De nada han servido los esfuerzos diplomáticos para conseguir poner en marcha un corredor turístico entre los archipiélagos y el Reino Unido para esquivar la cuarentena impuesta de nuevo a los viajeros procedentes de España: el Gobierno de Boris Johnson actualizó ayer sus recomendaciones y desaconseja los viajes a España, para "todo el país, incluyendo Balears y Canarias" basándose en "la evaluación actual de los riesgos de la Covid-19 en el país".

La medida, adoptada justamente ayer, cuando la solución de abrir un corredor turístico estaba siendo defendida por diferentes ministros del Gobierno de Pedro Sánchez y se aludía a negociaciones a contrarreloj con Londres para 'salvar' al menos el turismo británico con Balears y Canarias, -con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto en Eivissa-, echa por tierra esa posibilidad al desentenderse el Reino Unido de hacer esa excepción.

El Foreign & Commonwealth Office (FCO), el ministerio de Exteriores británico, actualizó sus recomendaciones, que entraron en vigor ayer mismo. Justifica la medida en "la evidencia de aumentos de casos de Covid-19 en varias regiones" y "particularmente en Zaragoza, Pamplona y Barcelona". El organismo pretende evitar una estampida de sus ciudadanos de vacaciones en España y advierte que no recomienda que se "acorten" las estancias, sino que se sigan las medidas que recomienda las autoridades españolas y que los turistas se pongan en contacto con los turoperadores y las aerolíneas.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, de visita ayer en Eivissa, insistía por la mañana en que confiaba en que arrancara "lo antes posible". el corredorconfiaba en que arrancara "lo antes posible". el corredor. "Mejor hoy que mañana", matizó.

Sin embargo, Londres no daba su brazo a torcer, a pesar de las presiones de su propio sector turístico y del varapalo que supone esta decisión para los británicos que salieron de su país sin saber lo que les esperaba a su vuelta. Ayer tan solo había trascendido, antes del nuevo giro del Gobierno británico, que se querían revisar bien los datos epidemiológicos y no se tomaría una decisión de forma inmediata, informó la BBC, según recogió EFE.

Por su parte, Maroto, en la comparecencia con la presidenta balear, Francina Armengol, y el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Marí, puso en valor la experiencia previa del plan piloto con Alemania que ensayó la comunidad balear.

Todos a una, tanto Maroto como Armengol y Marí insistieron en destacar tanto el esfuerzo hecho por empresarios y trabajadores por sacar adelante a trancas y barrancas esta temporada turística como la buena situación epidemiológica de Balears, por encima de la española y también la británica.

"No veo razón para que no vengan [los británicos]", remarcó Armengol, pues en el archipiélago estarán "más seguros que en su casa". De nada le sirvieron sus anhelos.

La ministra trató de quitar hierro al avance del coronavirus en España y recalcó que tiene rebrotes "como otros países" y los tres grandes (Barcelona, Zaragoza y Lleida) están "controlados".

En juego el invierno

Maroto, al igual que la presidenta balear, insistió en la buena situación epidemiológica de la comunidad balear frente a la británica. Para Armengol, la insularidad vuelve a suponer "posibilidades enormes", como ya se demostró con el plan piloto del corredor con Alemania, con el que Balears se convirtió en el primer destino español en abrirse al turismo internacional. Esa "experiencia previa", sumado a "lo más importante", los casos acumulados de Covid-19 en los últimos catorce días (8 por 100.000 habitantes en la comunidad, 5, 8 en Canarias, 37 en España y 14,5 en el Reino Unido) "avalan" la buena situación epidemiológica de las islas y que con "todo el rigor y la tranquilidad" se puede afirmar que somos "un destino seguro para residentes y visitantes". Todo esto fue antes de que las autoridades británicas no hubieran recomendado no viajar tampoco a Balears y Canarias.

Grandes turoperadores, como TUI, Jet2 o esasyJet mantienen los vuelos al archipiélago a pesar de la cuarentena, por lo que "seguiremos luchando" por establecer el corredor, insistió por la mañana Armengol, consciente de que "como vaya el verano depende el invierno" de los más de 1,1 millón de habitantes de Balears.

Al archipiélago balear se le cierran las posibilidades de seguir contando con los británicos, el segundo mercado en la comunidad: el año pasado vinieron 3,7 millones de turistas de ese país a la comunidad, 2,4 millones en el caso de Mallorca.

Precisamente, Londres reconocía ayer que la incidencia del coronavirus es menor en los archipiélagos españoles que en el resto de España, pero ya advertía que los casos estaban aumentando "rápidamente" en "otros lugares", informó EFE, según declaraciones de la secretaria de Estado de Sanidad británica, Helen Whately, cuando se negociaban los corredores. Según Whately, el objetivo es evitar una "segunda oleada" de coronavirus, pero lo cierto es que los sectores británicos afectados criticaron que no se les avisara sobre la cuarentena. Si se tomara una restricción similar con Francia o Alemania, la secretaria de Estado de Sanidad dijo que se tomarán "las medidas que sean necesarias".

Más rastreadores

Mientras, la presidenta en la rueda de prensa con la ministra, destacó la labor de los 162 rastreadores de contagios en las islas y avanzó que se seguirán con más contrataciones. También recalcó las medidas de seguridad e higiene en las islas y "las más de mil camas en hospitales", además de que se llegaron a medicalizar hoteles y se cuenta con alojamientos para aislar a viajeros. "Estamos más que preparados para tener esta temporada turística que tanto necesitamos", dijo Armengol. Por su parte, el Consell de Mallorca se puso a disposición del Govern para reforzar la promoción turística en el mercado británico.

Los esfuerzos por encontrar una salida que pare la sangría de cancelaciones no cesaron durante toda la jornada. El embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, quien se reunió ayer con el secretario de Turismo, Fernando Valdés, justificó, antes del anuncio de su Gobierno sobre no viajar a España, la aplicación de la política de la cuarentena para España en su conjunto en que se busca "proteger la salud pública", según informa Iñaki Olaizola. Destacó que "durante muchos años" han trabajado "mano a mano con el Govern balear.

Rastreo

Otro tema que salió ayer a colación ante el creciente tráfico en los puertos y aeropuertos baleares fue el de establecer controles sanitarios para los pasajeros nacionales, como los que se están haciendo con los internacionales.

La presidenta Francina Armengol señaló ayer que quiere que se mantengan los controles que hizo el Govern durante el estado de alarma y que "se amplíen" a los viajeros nacionales, aspecto vital ante los rebrotes en diferentes provincias españolas.

Por el momento, Balears está trabajando con el ministerio de Sanidad para obtener "datos" de los viajeros procedentes de los veinticinco sitios más problemáticos" en España por la pandemia.