La Universitat propone un sistema con un código QR para controlar la seguridad de la movilidad de las personas en un mundo marcado por el coronavirus.

Un equipo multidisciplinario de investigadores de la UIB ha diseñado y patentado una tecnología basada en un nuevo uso de imágenes QR para aportar "el máximo de información fiable durante la movilidad y crear un marco de rastreo que respete la privacidad de los datos de las personas".

La UIB recordó ayer que la Unión Europea ha publicado normas comunes para empezar a levantar las medidas de confinamiento para la contención de la pandemia, entre las cuales destacan la necesidad de recopilar datos con un sistema sólido de comunicación entre las entidades implicadas y crear un marco de rastreo de contactos que respete la privacidad de los datos.

Así, investigadores del grupo de trabajo SmartDestination/SmartCity de la Universitat, liderado por Bartomeu Alorda, proponen activar el contenedor digital ShareEQR, una tecnología patentada por la UIB y que fue evaluada en el simulacro MARSEC-17, realizado el 2017 en respuesta a la llegada de un barco internacional con una posible infección.

La propuesta contenedor digital ShareEQR se basa en imágenes QR crear una red de comunicación entre las entidades implicadas: sistema sanitario público y privado (que como un solo gestor de la salud pública, tendrá que establecer y validar los perfiles sanitarios individuales); los agentes socioeconómicos, que necesitarán procedimientos para autorizar la movilidad; y los cuerpos de seguridad y de emergencias. Además, también habrá que evaluar, de manera continuada y conjunta, la movilidad permitida para que las autoridades sanitarias puedan hacer el seguimiento de casos nuevos y establecer las cadenas de contagio de una manera "más precisa" a partir de las lecturas de validación disponibles con el ShareEQR.

Es una manera de que el territorio de destino y el emisor tengan disponible el perfil del viajero de una forma fácil y segura.

La población no necesitaría descargarse ninguna app, solo obtener la imagen QR que emitirían las entidades certificadoras de la información contenida (salud, empresa, servicios sociales...)

La herramienta propuesta genera la imagen QR a partir de las tres fuentes de datos. La información llegaría a la plataforma encriptada de origen y, por lo tanto, se generaría el código, que quedaría a disposición del ciudadano final con una dirección de descarga, que se le podría facilitar a través del correo electrónico o de un mensaje SMS, si fuera necesario.