Las trabajadoras de la limpieza de los establecimientos turísticos de Baleares, a través de las asociaciones de Kellys, muestran su gran preocupación por el futuro de muchas empleadas, que tendrán muchas dificultades esta temporada para poder ser contratadas.

A través de un comunicado conjunto, elaborado por ocho asociaciones de representación de este colectivo, se denuncia que "miles de kellys, en estos momentos, ya se han quedado atrás". Se asegura que muchas de estas empleadas no se han podido acoger a ningún ERTE, ni tampoco se pueden beneficiar de ningún tipo de ayuda económica. La situación es mucho más complicada porque, además, estas limpiadoras de hotel ya han agotado, o están a punto de hacerlo, el subsidio de desempleo y corren el peligro de que no reciban ningún tipo de ingreso económico.

Este colectivo de trabajadoras se muestra muy pesimista sobre la próxima campaña turística, que en el mejor de los casos arrancaría el mes de julio. "¿Qué va a pasar con las millares de kellys cuya economía anual dependía de este trabajo?", se preguntan los representantes de este colectivo. Las Kellys quieren saber si van a recibir algún tipo de ayuda económica durante estos meses en los que no van a estar contratadas y si el dinero, si se recibe, habrá que devolverlo o será a fondo perdido.

Como posible solución ante la crisis que se avecina, y con la intención de ir salvando empleo, estas trabajadoras plantean al Gobierno que se concedan ayudas a las empresas que a partir del mes de septiembre firmen contratos con trabajadoras de este colectivo. Así, reclaman que estas empresas, en función de la duración de los contratos que firmen, puedan quedar exentas del pago de la mitad de las cotizaciones a la seguridad social. Al mismo tiempo, también piden que se fomente la contratación de personas mayores de 50 años.

Por otra parte, este colectivo pide que en los hoteles que se están utilizando como edificios medicalizados para atender a enfermos del coronavirus, sea el Gobierno quien se encargue de la contratación de los trabajadores del sector de la hostelería. Considera, además, que esta contratación debe prolongarse durante el tiempo necesario para que exista una correcta limpieza de estos hoteles, pero que en ningún caso el gasto laboral repercuta en los empresarios, "que bastante han hecho con ceder el edificio y sus instalaciones para y por la pandemia".

Otra de las propuestas para apoyar a este colectivo es que se facilite la prejubilación de camareras de piso a partir de los 60 años, acogiéndose a alguna medida extraordinaria en estos casos. Las kellys aseguran que con estas propuestas "solo queremos un trabajo digno, no pedimos ningún lujo".