En 1898, cuando se produjo la explosión del buque estadounidense Maine que, convenientemente manipulado por la diplomacia de EE UU, daría pie a la guerra con España, Miquel dels Sants Oliver llevaba un año al frente de La Almudaina. La rebelión cubana y, después, el enfrentamiento hispano-estadounidense fueron objeto de atención de los periódicos mallorquines, caracterizados por un elevado nivel de politización que se traducía en el tratamiento editorial. Bajo la batuta de Oliver, La Almudaina era en aquellos años la plataforma de expresión más importante de los escritores y periodistas modernistas mallorquines y en sus páginas destacaban figuras del regeneracionismo y regionalismo. Mientras duró la guerra contra los rebeldes cubanos y filipinos y, después, contra los estadounidenses, el periódico trasladó una visión más realista del conflicto que la de la mayor parte de la prensa, sin dejarse llevar por el "patrioterismo propio de la época", en palabras del historiador Antoni Marimón. La crisis que provocó el fin de la guerra de Cuba y el desmantelamiento del imperio colonial tuvo en Mallorca una lectura positiva con el impulso del movimiento cultural e ideológico que defendía la regeneración y modernización de la sociedad mallorquina, cuya posición central estuvo ocupada por La Almudaina. Tras la derrota, tomaron fuerza las teorías regionalistas teorizadas por Miquel dels Sants Oliver.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Miquel dels Sants Oliver, el padre del regionalismo balear

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO