Una máquina de derribo de gran altura, la de mayores dimensiones que está trabajando en estos momentos en todas las Illes Balears, tiene capacidad para demoler edificios de hasta treinta metros de alzada, comenzó a trabajar ayer con el maternoinfantil del hospital de Son Dureta y está previsto que convierta esta emblemática infraestructura sanitaria en escombros antes de las próximas fiestas de Navidad.

Daniel Martínez, director de ejecución de la obra, ha explicado que la retroexcavadora Caterpillar DEM 70, cuya configuración permite disponer de un brazo que tiene una longitud que va desde los 26 metros sin extensión y hasta los 31 metros con extensión, comenzó a trabajar ayer y en seis días demolerá las nueve plantas que aún quedan en pie del viejo maternoinfantil.

"El edificio, con las dos subterráneas, contaba con un total de 12 plantas aunque las tres últimas a las que no llegaba ninguna retroexcavadora se desmontaron con un robot teledirigido de demolición. El resto se hará con la retroexcavadora y prevemos acabar antes del puente si toda va bien", ha acotado plazos el director de ejecución.

Para proteger a los vecinos de la barriada, una grúa con un brazo de 60 metros de altura mantiene extendida una pantalla de neopreno que evita que los cascotes de la demolición salgan despedidos y llegan hasta las viviendas aledañas.

Paralelamente se está encapsulando el edificio verde de consultas externas adyacente para proceder a retirar de forma manual el amianto existente antes de dejar paso a la maquinaria de demolición. Martínez ha estimado en un mes y medio la duración de este desmontaje, tras lo cual las seis plantas de las que consta se demolerán de forma mecánica en poco tiempo. El responsable ha estimado que este edificio estará completamente derribado antes del mes de febrero.

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