La fiscalía de menores de Balears recomienda, en su última memoria, una serie de actuaciones para cumplir un protocolo del 2014 sobre determinación de la edad de los chicos que llegan a Mallorca en pateras y sin documentación. Uno de los consejos que da la fiscalía de menores es que se evite la duplicación de pruebas radiológicas a estos adolescentes para establecer su edad.
Según el IMAS, en caso de dudas sobre la edad de una persona se le practica una prueba osométrica para determinar si son menores o no. La orden de aplicar ese protocolo parte del fiscal.
La fiscalía de menores se hace eco de las últimas recomendaciones a escala europea, que aconsejan sustituir las pruebas médicas por otras colectivas de carácter psicológico o similar.
Los identificados como mayores de edad quedan a disposición de la Policía y el juzgado de guardia, mientras que los menores pasan a depender del IMAS.
Desde el Consell de Mallorca se practican gestiones para identificar a los chicos y después se intenta localizar a sus familias para ver si se hacen cargo de los mismos y pueden retornar a su país. Si esos pasos no dan resultado, los menores quedan a cargo del IMAS hasta que cumplan 18 años.
La fiscalía vela también porque los derechos de los menas sean respetados durante todo el proceso de identificación por parte de la Policía. Se pone así el acento en los consentimientos informados para las pruebas médicas y la presencia de traductores y asistencia legal.
Pese a todos estos protocolos, el fiscal de sala de Menores Javier Huete advirtió ayer, en su entrevista, de que los aluviones de menas desborden a las instituciones y algunos chicos queden en la calle con la delincuencia como único medio de subsistencia.
