Las principales empresas hoteleras de Mallorca, Meliá Hotels International, Iberostar y Barceló, cuentan en Cuba con algo más de 60 hoteles, un fructífero negocio que comenzó en la década de los 90 del siglo pasado con la apertura de establecimientos en régimen de gestión, no en propiedad.

Las tres compañías estarán representadas hoy en La Habana en la reunión que mantendrá la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, con empresas españolas que tienen intereses en la isla caribeña tras la decisión de la Administración de Estados Unidos de endurecer el embargo con la medida que permite reclamar ante los tribunales estadounidenses propiedades de la isla que fueron expropiadas tras la Revolución cubana de 1959.

Los atractivos naturales de la isla caribeña y la intención del Gobierno cubano de impulsar el turismo como fuente de ingresos y riqueza propició que las empresas mallorquinas se fijaran en Cuba como uno de los focos de mercado y de su expansión internacional.

La primera empresa en abrir un hotel en Cuba fue Meliá en 1990. Fue el Sol Palmeras de la localidad de Varadero, a cuya inauguración asistió el entonces presidente cubano, Fidel Castro, quien en vida recibió el reconocimiento de "fundador honorífico" de este primer establecimiento de la compañía creada por el empresario mallorquín Gabriel Escarrer Juliá.

La inauguración de este hotel el 10 de mayo de 1990 simbolizó la apertura de Cuba a la inversión extranjera asociada al turismo, en un momento en el que la isla sólo recibía unos 340.000 turistas al año y ocupaba el lugar 23 entre los destinos de las Américas.

A partir de entonces las inversiones de Meliá Hotels crecieron hasta llegar a contar hoy con 34 hoteles y 15.000 habitaciones.