"Imagínate que llega un paciente que refiere un dolor en el riñón. Ahora, con los nuevos ecógrafos, podemos ver su interior y ver si tiene alguna lesión. Si tiene el riñón dilatado, estaríamos ante un criterio objetivo para derivarle a urgencias de un hospital. Si no, bastaría con colocarle en una camilla y suministrarle un calmante hasta que ceda el dolor".
De esta manera tan gráfica explica el doctor Josep Corcoll, del centro de salud de Esporles, la mayor capacidad de resolución que supone para todos los ambulatorios de las islas disponer de estos aparatos diagnósticos gracias a una iniciativa liderada por él mismo y el doctor Ignasi Ramírez, del centro de salud de Santa Ponça, desde el año 2015.
Ahora, cuatro años después, ambos profesionales pueden congratularse de que la totalidad de centros de salud de las islas disponen de un aparato de estas características. Así, se han adquirido un total de 59 ecógrafos de los 45 se han repartido por los de Mallorca; 7 en Eivissa y 1 en Formentera; 5 en Menorca y el que completa la cifra ha ido al Hospital General.
"Además se ha iniciado un nuevo concurso público para adquirir treinta ecógrafos más que se repartirán entre las unidades básicas de salud (UBS, infraestructura asistencial de menor tamaño y dependiente también de Primaria) que tienen adjudicadas un mayor número de pacientes, como la del Port de Pollença y la de Port de Alcúdia, y entre los centros de salud de mayores dimensiones que de esta manera dispondrán de más de un aparato", añade Corcoll.
Para utilizarlos se ha formado en ecografía clínica a un total de 126 profesionales sanitarios de Primaria. "Han completado cursos de entre cuatro y seis meses recibiendo formación en el mundo de los sonidos y realizado prácticas con pacientes reales", añade el médico de familia de Esporles recordando que los ecógrafos son unos aparatos que proporcionan una imagen mediante sonidos, sin irradiar al paciente, y que la formación recibida por los profesionales se irá actualizando constantemente de la mano de las futuras prestaciones de esta tecnología.
"Si antes en Balears estábamos a la cola en la implantación de esta tecnología en Primaria, ahora hemos avanzado hasta los primeros lugares. Y los ecógrafos cambiarán la forma de trabajar de los médicos de familia. Si antes llegábamos al diagnóstico tras escuchar al paciente, preguntarle y explorarle físicamente, con un poco de incertidumbre", admite, "ahora lo podremos hacer viendo lo que realmente pasa", contrapone.
Esta dotación tecnológica supondrá asimismo "cambios profundos en el sistema sanitario. Mejorará la calidad asistencial y evitará derivaciones a otros recursos sustentándose en datos objetivos. Acelerará el diagnóstico y, de esta manera, podremos salvar a personas", sostiene un entusiasta Corcoll que asegura que hace muchos años que no veía a los profesionales de Primaria, la hermana pobre del sistema sanitario público pese a que solventa el 90% de los problemas de salud de los ciudadanos, "tan ilusionados".
Entre otras asignaturas pendientes de este nivel asistencial, el médico enumera una mejor conectividad con los hospitales, el acceso a las pruebas, la evaluación de las espirometrías que realizan y la dotación de tabletas interconectadas para la atención domiciliaria.
