La Sala Primera de la Audiencia de Palma ha ordenado que los seis hijos varones del fallecido empresario José María Ruiz Mateos ingresen en prisión y cumplan la condena de dos años y medio de cárcel dos años y medio de cárcel por la estafa que fue juzgada y condenada por el mismo tribunal. La Sala acuerda esta medida tres meses después de que el Tribunal Supremo confirmara el delito cometido, si bien la sentencia que resolvía este recurso rebajaba el castigo que fijó la Audiencia de Palma.

Sin embargo, el ingreso en prisión de Zoilo, José María, Alfonso, Pablo, Francisco Javier y Álvaro Ruiz Mateos Rivera no será inmediata. La defensa de los hijos varones del patriarca que creó el imperio Rumasa intenta a la desesperada que sus clientes no pisen la cárcel. Por ello ha solicitado un indulto al Gobierno, propuesta que fue comunicada a los jueces de la Audiencia de Palma para que rectificaran su decisión y permitieran a los seis hermanos seguir en libertad mientras se tramita esta medida de gracia. El tribunal, de momento, ha congelado su decisión y está pendiente de resolver la propuesta del abogado defensor. No parece, sin embargo, que la tramitación del indulto vaya a ser motivo suficiente para que los hermanos vayan a evitar la entrada en prisión. Hay varias circunstancias que van en contra de ellos, que es que algunos de ellos tienen antecedentes penales, pero sobre todo que les queda por afrontar varios juicios por estafa. Uno de esos procesos se debe celebrar en la Audiencia de Palma y se trata de un caso similar por el que se ha dictado esta sentencia condenatoria.

La familia Ruiz Mateos puso en marcha un proyecto llamado Nueva Rumasa. Con el patriarca a la cabeza, buscaron financiación a través de la venta de acciones, ofreciendo unos intereses muy superiores a los que señalaba el mercado, una operación que está siendo investigada por la Audiencia Nacional.

En el plan de negocio de la familia Ruiz Mateos se apostó por invertir en la compra de hoteles. José María Ruiz Mateos negoció en Mallorca la venta de varios establecimiento. La operación por la que los seis hijos varones, que también participaron en el negocio, irán a la cárcel consistió en la compra a unos empresarios de Mallorca los hoteles Beverly Playa Peguera. El precio acordado no se abonaba al contado. La familia Ruiz Mateos acordó el pago inmediato de una parte de la operación y el resto a plazos, presentando como aval varias de sus empresas, ocultando que estaban en quiebra. Los hoteles que compraban carecían de cargas, una situación que Nueva Rumasa aprovechó para hipotecar los edificios. El dinero, en vez de invertirse en la mejora de los hoteles, se destinó a otras empresas del hoolding. Los primeros plazos se abonaron, hasta que dejaron de pagarse.

Los antiguos propietarios, en cumplimiento del contrato, recuperaron los hoteles. Sin embargo, los edificios estaban hipotecados. A pesar del intento de los seis hermanos de culpar a su padre, ya fallecido, de la operación, la Audiencia de Palma los declaró a todos culpables de varios delitos económicos, imponiendo penas de entre cinco y seis años y medio. Sin embargo, el Supremo les absolvió de alguno de estos delitos y fijó la condena en dos años y medio para cada uno de los seis hermanos.