Agentes de la Policía Nacional han investigado un presunto caso de bullying en un colegio de Son Ferriol, en Palma, en el que un grupo de cuatro chicas de entre 15 y 17 años habrían retenido a un compañero de clase, al que sujetaron entre todas mientras otro chico de 14, le pegaba. La dirección del colegio reaccionó de inmediato ante el caso, ha colaborado con la Policía y ha expulsado al presunto agresor.

El incidente ocurrió el pasado 15 de enero, cuando un grupo de cuatro chicas, de entre 15 y 17 años, retuvo a un compañero de clase en la calle Cid, a la salida del colegio Sant Antoni Abat, hasta que llegó otro adolescente, de 14 años, que había sido expulsado recientemente del centro, y le propinó al chico varios golpes.

Tras tener conocimento de lo ocurrido, la Unidad Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional inició una investigación, que ha permitido identificar a los cinco menores y ha detenido al autor de la agresión.

Según las investigaciones, la enemistad entre agresor y la víctima se remonta a varios años atrás, cuando el chico agredido le habría proferido insultos racistas. Durante estos años ambos habrían protagonizado enfrentamientos, y el detenido habría pegado y amenazado en varias ocasiones al chico. Por uno de estos enfrentamientos el menor fue expulsado recientemente, algo de lo que responsabilizaba a su antagonista.

Esta expulsión habría motivado la última agresión. Cuatro amigas del expulsado rodearon al chico a la salida del colegio y le retuvieron hasta que llegó el adolescente, que le pegó varios golpes. El chico no ha sufrido lesiones de gravedad.

Cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de lo ocurrido abrió una investigación para determinar el alcance de los hechos.

El caso quedó en manos de la Ufam, el grupo especializado en delitos relacionados con menores. Los agentes lograron identificar plenamente a las cuatro chicas, de entre 15 y 17 años, que habrían retenido a la víctima hasta que llegó el pesunto agresor.

Finalmente este menor fue detenido el martes por la mañana, acusado de un delito de trato degradante.

Una vez realizadas las gestiones policiales, el menor fue puesto en libertad con cargos. Los agentes le informaron de que deberá comparecer ante el juez de Menores cuando sea requerido.

La dirección del centro educativo colaboró en todo momento con la Policía. El agresor había sido expulsado ya del colegio durante cinco días, y en la actualidad se le ha abierto otro expediente de expulsión por la agresión.