Coca de patata, ensaimada y chocolate caliente para despedir el año en la sede de los socialistas de Balears. La presidenta del Govern, Francina Armengol, despidió ayer el año con los suyos ante la prensa y con la mirada puesta en las próximas elecciones. "Nos espera un año electoral que será apasionante", auguró la presidenta, que trasladó que "los socialistas podemos ir con la cabeza bien alta por el trabajo bien hecho".

En la chocolatada con la que el PSIB ha sustituido la tradicional copa de Navidad, la presidenta destacó que los socialistas de las islas llegarán a las urnas "sin haber abandonado nunca nuestra coherencia" y aplaudiendo llegar como "un partido fuerte y unido". Cabe recordar que hace apenas dos años el ánimo era bien distinto en las filas socialistas donde digerían el golpe interno a Pedro Sánchez, la abstención en la investidura de Mariano Rajoy y la previa de las primarias que enfrentarían a la actual presidenta del Govern con Susana Díaz. Episodios de los que los socialistas de Balears se desmarcaron, rompiendo incluso la disciplina de voto en la investidura de Rajoy.

Armengol pronunció sus palabras flanqueada a cada lado por la secretaria general de los socialistas de Mallorca y consellera insular, Mercedes Garrido, y por la consellera de Hacienda, Catalina Cladera. Una imagen comentada ayer en la sede de la calle Miracle ya que Armengol tendrá la última palabra a la hora de decantarse por una o la otra como candidata socialista al Consell de Mallorca.

Pese a que se daba por seguro que Garrido sería la candidata, ha cogido fuerza en las últimas semanas la posibilidad de que Cladera sea la candidata, una opción alimentada por el propio silencio de la consellera de Hacienda. "Habrá que verlo", es por ahora la respuesta en las filas socialistas.

Armengol, que agradeció a los periodistas su trabajo, estuvo acompañada en la chocolatada, además de por el resto de consellers socialistas del Govern, por la secretaria de Estado de Turismo, Bel Oliver, o por la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez.

La presidenta tiene la vista puesta en las urnas, donde aspira a encadenar por primera vez dos legislaturas seguidas de los partidos de izquierdas en Balears.