El desahuio de la familia de Llucmajor previsto para hoy se ha aplazado hasta finales de enero. Gracias a la presión que ha llevado a cabo la plataforma Stop Desnonaments Gracias a la presión que ha llevado a cabo la plataforma Stop Desnonamentsdesde hace días y a la mediación esta mañana del Govern, los catorce ocupantes de la vivienda, seis de ellos con una gran dependencia por enfermedad o discapacidad, ganan tiempo mientras las administraciones implicadas encuentran una solución.

La vivienda, propiedad de Abanca, fue okupada por esta familia hace alrededor de un año, tiempo en el que han sobrevivido sin agua corriente y en una condiciones más que precarias sin haber recibido ningún tipo de ayuda por parte del Ayuntamiento de Llucmajor, según han denunciado.

Como consecuencia de la presión ciudadana el municipio se ha comprometido a mantener una reunión con los afectados el próximo jueves para tratar de realojarlos en centros adaptados y pisos sociales. Encontrar una solución habitacional para la familia implica a varias administraciones, pero no será fácil porque los centros de acogida de la isla están colapsados.

Buena parte de los miembros de esta familia sufren enfermedades de diversa gravedad. De hecho, uno de ellos falleció el sábado.

Por otro lado, la última familia okupa que quedaba en la calle Gregal del Pla de na Tesa ha abandonado voluntariamente el inmueble antes de que la comitiva judicial se personara allí para ejecutar la orden de desahucio.

El miércoles otra familia que okupaba una vivienda contigua también la abandonó voluntariamente.

Ese mismo día hubo una pelea con arma blanca entre un vecino del barrio y una persona a la que confundió con uno de los okupas.

El Ayuntamiento de Marratxí ha solicitado a Bankia, propietario de las dos casas, que las tapie para evitar nuevas okupaciones.