Ibiza ha dado un paso de gigante hacia la sostenibilidad energética y medioambiental, cuando a las 0 horas de la medianoche la central eléctrica de la ciudad ha recibido por primera vez fluido eléctrico procedente de Mallorca a través del cable submarino tendido años atrás entre ambas islas. Desde ese momento, las Pitiusas ya se abastecen en un 40% de energía procedente de Mallorca y de la Península (a la que está conectada la citada isla), si bien dentro de una semana esa proporción se estabilizará en torno al 60%.

De este modo, gracias al cable submarino, Ibiza sólo tendrá que generar el 40% de la energía eléctrica que se consume en las Pitiusas, lo que aliviará notablemente la generación de gases contaminantes desde la central de Endesa, según han recalcado en rueda de prensa el conseller de Territorio y Energía del Govern, Marc Pons, y los responsables de Red Eléctrica Española, el organismo estatal responsable del transporte de energía.

Marc Pons, así como la vicepresidenta segunda del Consell, Marta Díaz (que ha sustituido en el acto al presidente, Vicent Torres, que encontraba indispuesto), han destacado además que, en estas circunstancias, ya se está en disposición de desmantelar las turbinas de fuel oil instaladas en la central eléctrica. "Hasta ahora, Medio Ambiente no nos permitía retirarlas hasta que no estuviera en marcha el cable eléctrico, pero ahora ya podemos jubilar estas turbinas porque tenemos asegurado el suministro con el cable", ha declarado Marc Pons.

Cuando se desmantelen estos motores, la parte de electricidad que siga generando la central se producirá a través del gas natural que llega desde la Península mediante el gasoducto instalado hace unos diez años y que llega a Sant Antoni para continuar luego hasta Vila. El gas, ha recordado el conseller, es mucho menos contaminante que los combustibles fósiles habitualmente empleados hasta ahora.