El cardenal mallorquín Luis Ladaria no tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por el encubrimiento de abusos a menores por parte del párroco francés Bernard Preynat. El mallorquín de mayor rango en la jerarquía eclesiástica está acusado por dar instrucciones al cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, de apartar al cura, pero evitando que "trascendiera a la opinión pública""trascendiera a la opinión pública". Sin embargo, el Vaticano ha evitado que sea procesado apelando a su inmunidad diplomática como cargo de la Santa Sede.

"La Secretaría de Estado pide al ministerio francés de Asuntos Exteriores que informe a la sección penal séptima del Tribunal de Instancia de Lyon que la citación de comparecencia no ha sido notificada al cardenal Luis Ladaria y que la Santa Sede invoca, de acuerdo al derecho internacional, la inmunidad a favor de su eminencia el cardenal Ladaria", responde el Vaticano a la citación judicial de la justicia francesa, en una nota remitida a los juzgados de Lyon el día 3 de septiembre (ver los documentos adjuntos).

El Estado Pontificio argumenta en su respuesta que "los actos que se le atribuyen fueron cometidos dentro del ejercicio de sus funciones", concretamente como secretario de la Prefectura para la Doctrina de la Fe, de la que actualmente es prefecto, y que "el derecho internacional reconoce la inmunidad penal a los agentes públicos para los actos cometidos en el ejercicio de su soberanía".

El mallorquín de mayor rango en la Iglesia católica fue denunciado en la causa que juzga al cardenal y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, después de que trascendiera que en 2014 este último contactó con Roma para saber cómo actuar tras tener conocimiento de los abusos sexuales de uno de sus párrocos por parte de una de las víctimas.

El encargado de contestar fue el mallorquín, que ordenó apartar al cura pero evitando que "trascendiera a la opinión pública". "La Congregación, después de haber estudiado cuidadosamente el caso del sacerdote de vuestra diócesis, ha decidido confiarle la toma de las medidas disciplinarias adecuadas, siempre evitando el escándalo público", decía la carta enviada por Ladaria, que añadía, eso sí, que "no se le puede confiar ningún ministerio pastoral ni que suponga el contacto con menores".

Ladaria, que fue ascendido al cardenalato a finales del pasado mes de mayo ascendido al cardenalato a finales del pasado mes de mayo-el primer purpurad mallorquín en 200 años- debía declarar el próximo enero después de que en abril no compareciera por falta de traducción del sumario al castellano.

Precisamente, para no dejarlo fuera de la causa, las víctimas aceptaron aplazar ocho meses el juicio y, según lamentaba ayer el portavoz de La Parole Libérée que agrupa a las víctimas, François Devaux, tuvieron que pagar 15.000 por una traducción especializada a castellano e italiano de la causa. Ahora estudian recurrir los acuerdos diplomáticos de Francia con la Santa Sede para seguir adelante y no tirar la toalla en sentar a todos los implicados en el caso de encubrimientos del padre Preynat.