No hay problema más global por definición que el que afecta al mundo entero: el cambio climático lo es y como tal requiere "una solución gobal", confeccionada "entre todos".

Así lo razonan desde el Laboratorio Interdisciplinar contra el Cambio Climático (LINCC) de la Universitat, que por ello celebra mañana y pasado unas jornadas sobre el tema que quieren ser un punto de encuentro entre científicos (de Balears y de fuera), políticos, entidades sociales, sindicatos, particulares y empresarios; un "puente" para intercambiar conocimiento sobre el calentamiento global y también plantear y coordinar propuestas para combatirlo.

La convocatoria ha sido un éxito y ha desbordado las expectativas de los organizadores ya que hay casi 200 personas apuntadas a cada sesión y gente en lista de espera, lo que para Pau de Vílchez, subdirector del LINCC, es una prueba de que "está aumentando la concienciación social", punto clave para impulsar esa solución global, que para él pasa sí o sí por cambiar "hábitos de consumo y comportamiento".

El problema afecta a todo el planeta, aunque habrá zonas que sufrirán más determinados efectos. Y el Mediterráneo, área de transición climática, será una de estas zonas "críticas" y notará más cualquier cambio de temperatura que por ejemplo el norte de Europa, según explicó el director del LINCC, el físico Damià Gomis, en la presentación de estas jornadas que incluyen diversas conferencias sobre los efectos concretos del calentamiento global en la zona mediterránea: desde el impacto en la pradera de posidonia o en los almendros a las consecuencias que supondrá para las playas o también para la salud de sus habitantes.

Todos estos efectos naturales tienen después su repercusión socioeconómica. La economista Cati Torres, secretaria del LINCC, hablará de esas consecuencias para el archipiélago. Como afectado, el sector turístico estará presente en las jornadas (la Federación Hotelera de Mallorca es una de las entidades invitadas), pero también habrá representantes hoteleros que intervendrán como ponentes, exponiendo sus estrategias de sostenibilidad, como es el caso de la cadena hotelera menorquina Artiem.

Asimismo, los sindicatos participarán, reflexionando sobre cómo el cambio de modelo empresarial para adaptarse al calentamiento global puede hacerse evolucionando hacia un sistema más "distribuido y renovable"..

Desde el ICPP (Panel Intergubernamental de Expertos contra el Cambio Climático) se había marcado como límite el no superar un aumento de las temperatura por encima de los dos grados, pero recientemente un portavoz ha señalado que "es factible" ser más ambicioso y rebajar ese aumento hasta un grado y medio.

Y por eso para de Vílchez es el momento de ir a por todas ya que ese medio grado arriba o abajo repercutirá en "cientos de millones de personas". Insiste: "Es posible y debemos ponernos ya".