Un total de 158 colegios participarán el próximo curso en el plan de reutilización de libros de texto; un sistema que impulsó el anterior Pacte de Progrés, que agonizó durante la anterior legislatura del PP y que el curso pasado logró recuperarse y superar sus récords de participación (cifras que este curso volverán a crecer).

El curso pasado se sumaron al plan un total de 173 centros educativos: 153 colegios de Primaria y 21 institutos de Secundaria.

En Secundaria aún está abierto el plazo para que los centros soliciten adherirse al plan (tienen hasta el nueve de octubre) pero en Primaria el plazo ya se cerró en julio y se confirmó que participarían cinco colegios más que el curso pasado. La mayoría de centros implicados son públicos: están obligados a ofertar esta opción y a constituir un fondo de libros de texto si así lo solicitan un 10% de las familias.

En los centros concertados no existe esta obligatoriedad y su participación es minoritaria: de los 158 centros participantes, solo diez son concertados.

A la espera de conocer las adhesiones en ESO y ante el aumento en Primaria, es previsible que este curso se superará el número de alumnos que reutilizan libros que se alcanzó el curso pasado, cuando casi 29.000 alumnos (exactamente, 28.949 estudiantes) se beneficiaron de este sistema.

Los recortes que sufrió este sistema por parte del Govern durante la anterior legislatura supusieron que 4.000 estudiantes dejaran de formar parte del plan de préstamo.

Las familias que quieren participar pagan una aportación al colegio. Para afrontar esa cantidad, que sirve para mantener el fondo de libros, cada familia recibe una ayuda de la Conselleria. En sus inicios, antes de las elecciones de 2012, cada alumno adherido en Primaria recibía hasta 75 euros y en ESO, 100 euros.

El Govern de José Ramón Bauzá bajó esa aportación por familia a los 10 euros en Primaria y 13 en Secundaria, con lo que la suma que debían hacer los padres para poder participar se disparaba y dejaba de compensar reutilizar.

El actual equipo de Educación no ha recuperado las cifras que llegó a destinar el anterior Govern progresista, pero ha aumentado la aportación por familia hasta los 50 euros. En total, para la convocatoria del próximo curso la dirección general de Innovación y Comunidad Educativa ha presupuestado 1,5 millones.

El objetivo es ayudar a las familias con los gastos escolares, pero también fomentar el respeto a los libros y materiales didácticos.