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Sancionan a un guardia civil de Pollença porque tenía una empresa de recreativos

El sargento, destinado en el puesto de Pollença, ha sido suspendido de su cargo durante un periodo de tres meses por una falta muy grave

Un agente de la Guardia Civil. europa press

Un tribunal militar ha confirmado una sanción impuesta a un sargento de la Guardia Civil del puesto de Pollença, al considerar los jueces que había cometido una falta disciplinaria grave por tener una empresa de recreativos. Debido a ello tendrá que estar apartado de su cargo oficial durante un periodo de tres meses.

El suboficial de la Benemérita fue objeto de un expediente disciplinario por falta muy grave, consistente en "desarrollar cualquier actividad que vulnere las normas sobre incompatibilidades". Esta actividad irregular, que iba en contra de las normas internas de la Guardia Civil, consistía en que el sargento estaba trabajando a la vez para una empresa dedicada al negocio de los recreativos de la que, además, era propietario al 50%. La sentencia confirma que el sargento se dedicaba a captar y negociar con los clientes, además del mantenimiento ocasional de la parte mecánica y del reparto de las máquinas recreativas. Este trabajo, del que no había dado cuenta a sus superiores, lo desarrollaba sobre todo al inicio y al final de la temporada turística.

Su vinculación con la empresa recreativa se descubrió como consecuencia de una denuncia que presentó un antiguo empleado quien, a través de su abogado, solicitó que se realizara una inspección de dicho negocio.

Paralelamente, este mismo empleado, como consecuencia del conflicto laboral que mantenía, fue denunciado por un presunto delito de apropiación indebida. La denuncia la formuló el hermano del guardia civil, que figuraba como administrador de esta empresa recreativa.

El denunciado fue citado por la Guardia Civil para que acudiera al cuartel del Pollença para ser interrogado. Durante la comparecencia de este investigado estuvo presente el sargento, supervisando sus contestaciones.

La sentencia del tribunal militar señala que otro antiguo socio del guardia civil denunció que se sentía víctima de una estafa de "guante blanco". Denunció las dificultades que tuvo para demostrar el motivo de la disputa económica, dado la condición de sargento de su antiguo socio.

A pesar de que el suboficial intentó que los tribunales anularan la sanción disciplinaria, los jueces militares no hacen más que ratificar las medidas que se adoptaron contra este guardia civil de Pollença. En la sentencia, se señala que por la trascendencia de los hechos la sanción pudo ser más grave, como por ejemplo el cese de su destino.

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