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La Guapi asegura tener grabaciones de sus encuentros con los policías

Afirma llevar años recibiendo información privilegiada de las investigaciones sobre Son Banya

La Guapi asegura tener grabaciones de sus encuentros con los policíasmanu mielniezuk

La Guapi, la hija de La Paca, aseguró al juez Sobrino que dispone de grabaciones clandestinas, guardadas en un lugar secreto de la península que no quiso desvelar, que demostrarían los encuentros secretos que mantenía con mandos policiales para que, a cambio de la entrega de sumas económicas, le avisaran cada vez que estaba prevista una redada policial en el poblado de Son Banya.

Manuela Fernández, La Guapi, se encuentra en prisión desde el pasado mes de octubre, tras ser sorprendida entrando en el poblado con tres kilos de cocaína A raíz de su ingreso en la cárcel y como consecuencia de las intervenciones telefónicas realizadas en dos investigaciones paralelas sobre operaciones de tráfico de drogas, aparecieron las primeras sospechas policiales que apuntaban a la posibilidad de que el comisario jubilado Antoni Cerdà podría estar colaborando con los clanes gitanos, facilitándoles información.

A partir de estas sospechas, el juez Sobrino, que se hizo cargo de la investigación, llamó a declarar hace cinco meses a La Guapi. La mujer aseguró que realizó pagos a dos mandos policiales, Antoni Cerdà y Antonio Suárez, señalando que desde hacía años estaba colaborando con ellos, si bien se sentía traicionada después de su detención.

La mujer contó al juez que el pasado mes de octubre recibió la visita en prision de su hermano El Ico, su cuñada Pilar y un amigo al que llaman Manuel. Le dijeron que la había llamado el exjefe de la Policía Judicial, ante lo cual La Guapi dijo que no quería saber nada porque la había metido en prisión. Contó también que antes de su detención ya sabía que la estaba investigando, ya que Cerdà le advirtió de que fuera con cuidado. Sin embargo, la mujer se mostró mucho más molesta con el inspector que con el comisario jubilado y aseguró que había entregado dinero a Suárez a cambio de información. Esta grave acusación ha sido desmentida por el policía, que asegura que responde a una venganza del clan de Son Banya por las operaciones que ha dirigido.

No obstante, la mujer dice que tiene las grabaciones de supuestos encuentros clandestinos que habría tenido con el inspector de drogas guardadas a buen recaudo en la península. Afirmó que las realizó por consejo de su pareja, un militar de Aviación, y que estaba dispuesta a entregarlas. Sin embargo, ha transcurrido casi medio año y no las ha proporcionado.

Estas graves acusaciones de La Guapi fueron también ratificadas por su pareja, que está detenido en una prision militar, y por su hermano El Ico, que afirma que realizó un pago de 36.000 euros al comisario jubilado para que ayudara a su hermana para que saliera de prisión.

Ante las graves acusaciones que han vertido varias de estas personas vinculadas a clanes de Son Banya, el juez Juan Manuel Sobrino ha decidido imputar a los dos históricos mandos de la Policía para que aclaren estas sospechas. Tanto Cerdà, como Suárez, ya han adelantado que todo lo que cuentan es falso y que responde a una venganza de estos clanes. El comisario ya jubilado mantendrá que su contacto con El Ico respondía a una gestión que le encargó la fiscalía para que el joven entregara una supuesta agenda de Cursach, que decía tener en su casa.

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