El Grupo de Asuntos Internos de la Policía sospecha que el excomisario Antoni Cerdà podría haber cobrado 36.000 euros de manos de El Ico, el hijo de La Paca, para que ayudara a su hermana, La Guapi, a salir de prisión, ya que la mujer estaba encarcelada tras haber sido detenida con más de tres kilos de cocaínadetenida con más de tres kilos de cocaína. Esta afirmación aparece en el sumario de la investigación centrada en la figura del comisario ya jubilado, que ha tutelado el juez Juan Manuel Sobrino, que ha decidido la imputación formal de Antoni Cerdà y del inspector jefe de la Policía, Antonio Suárez, a quien también han implicado, aunque en menor medida, los traficantes del poblado de Son Banya.

Fueron dos los juzgados que empezaron a tener sospechas que podrían implicar a Cerdà en graves delitos como consecuencia de intervenciones telefónicas realizadas en investigaciones de narcotráfico, en las que se aludía al exjefe de la Policía Judicial.

Según se ha podido confirmar a través de varias fuentes de pruebas, a raíz del ingreso en prisión de La Guapi, el excomisario se puso en contacto con una cuñada de La Paca, para que le facilitara el número de teléfono de El Ico. El excomisario llamó en tres ocasiones a Rosario para comunicarle su interés en encontrarse con su sobrino y en reunirse en un lugar acordado, que era el parking de Son Llàtzer.

La Policía ha estado investigando durante meses al que fuera uno de los máximos jefes de la Jefatura de Palmamáximos jefes de la Jefatura de Palma, a través de seguimientos y de intervenciones de sus líneas telefónicas. Se sospechaba que se iba a producir una entrega de dinero a Cerdà y se estuvo siguiendo a varios familiares de La Guapi porque se creía que estaban concretando la forma de la entrega de la cifra que, presuntamente, les habrían exigido para que la hija de La Paca saliera de la cárcel. La Guapi habría utilizado, según se describe en el sumario, a un individuo, consumidor de cocaína, para que accediera al dinero que tenía enterrado, se lo facilitara a su hermano El Ico y este lo entregara al mando policial.

Los investigadores tomaron una fotografía del momento que Cerdà estaba esperando sentado en un banco del hospital de Son Llàtzer la llegada del Ico. El joven llega en su vehículo y se introduce en el coche del comisario. Están juntos unos 30 minutos. El joven de Son Banya ha declarado, primero a la Policía y después al juez, que el motivo de este encuentro con Cerdà era para entregarle el soborno que le pedía el comisario para ayudar a su hermana. Al parecer, la suma que le había exigido era de 150.000 euros y que un tercio de este dinero era para un policía de Madrid. Sin embargo, según El Ico, su hermana solo le permitió entregarle 36.000 euros. Esta supuesta entrega se habría realizado el pasado día 25 de octubre. Días después sería detenido por tráfico de drogas.

El joven de Son Banya ha facilitado una copia de un mensaje, vía WhatsApp, que le envió el comisario el día 3 de noviembre pasado. "Podemos vernos hoy a las 19.30 en el mismo lugar. Si puedes tienes que llevar el libro que tú tienes. Dime algo". El joven afirma que cuando se refiere a "libro" hace referencia al dinero que le seguía exigiendo. Sin embargo, el exjefe de la Policía Judicial alegará que se refería a la agenda de contabilidad de Cursach que, según declaró El Ico en el juzgado, tenía escondida en su domicilio. De hecho, se sabe que la fiscalía le habría pedido ayuda a Cerdà para que convenciera al traficante de Son Banya para que facilitara esta prueba, si bien nunca llegó a entregar ninguna agenda, ni se ha podido comprobar si en algún momento la llegó a tener, ya que era muy sospechoso que El Ico pudiera guardar en su poder documentos personales de Cursach.

Pero no solo es El Ico quien afirma que Cerdà, y también Suárez, habrían recibido dinero de los clanes de Son Banya, a cambio de ser informados de las redadas policiales. Lo han asegurado tanto La Guapi, cuando declaró ante el juez Sobrino, como su actual pareja sentimental, que es un piloto de helicóptero del Ejército, que está preso en una cárcel militar. La mujer aseguró que durante años ha mantenido una estrecha relación con los dos policías y que poco antes de su detención, tras ser sorprendida con tres kilos de cocaína, el comisario le habría avisado de que la estaban investigando.

Acusó al exjefe de la Policía Judicial de haberle mentido y le responsabilizó de su ingreso en prisión. Aseguró también que el mando policial le había avisado de muchas investigaciones en las que estaba implicada y que a veces le pidió dinero y otras no.

Relató un encuentro que tuvo el comisaría con Cerdà. Se comprometió a que mediaría a favor de su madre y que le ayudaría el inspector Suárez. Aseguró que el responsable de los grupos contra el narcotráfico "era su protección"y que era el inspector quien le iba informando de si la estaban investigando. De hecho, aseguró que nunca estaba en Son Banya cuando se realizaba una redada.

Esta afirmación fue confirmada después por su pareja, que afirmó que eran varios los clanes de Son Banya los que venían pagando dinero a determinados policías a cambio de protección.

Los dos policías están citados a declarar como investigados el próximo mes de octubre.