Los tres funcionarios de la Policía Local, juzgados en la Audiencia por una persecución homófoga a una agente lesbiana, se han declarado inocentes de los graves delitos que le imputa la fiscalía, que reclama para los tres penas que suman más de 20 años.

Ni los agentes Rafael Puigrós y Alberto Juan, ni el excomisario Rafael Estarellas han querido contestar a las preguntas que iba a formularles la fiscalía. Solo han respondido a las preguntas de sus abogados y lo han hecho para negar las acusaciones que realizó Soia Vivas.

Puigrós negó que le hubiera lanzado huevos sobre la moto policial que conducía habitualmente la denunciante. Detalló que al romperse su moto, le cedieron la de su compañero. Sobre los huevos señaló que fue un incidente profesional ocurrido en la calle Balmes, ya que un ciudadano se dedicó a arrojarlos sobre varios policias, dando cuenta oficial sobre este episodio.

El otro acusado, Alberto Juan, explicó que tuvo un accidente de tráfico y estuvo mucho tiempo apartado de la Policía Local. Durane el tiempo que ocurrieron los hechos, según la denunciante, el acusado afirmó que no tuvo ningún tipo de relación con Sonia Vivas.

El excomisario, por su parte, ha negado también que Sonia Vivas le hubiera comentado en alguna ocasión la persección por motivos sexuales que venía sufriendo por parte de varios compañeros. Explicó que en esas fechas tenía varios responsables de la Policía Local por encima de él y por tanto no tenía capacidad para realizar cambios. Negó que tuviera ningún tipo de manía personal a los homosexuales, explicando que tenía muchos compañeros gays, conlos que tenía muy buena relación personal.

El tribunal ha paralizado el juicio a la espera de que se localicen unos documentos. Posteriormente declarará Sonia Vivas, que a su llegada esta mañana a la Audiencia de Palma ha sido recibida por medio centenar de manifestantes que le han querido mostrar su apoyo y solidaridad, entre ellos varios políticos de Podemos.