El exprior de Lluc. La acusación particular ha pedido a la magistrada de Inca que investiga los hechos que tome declaración en calidad de investigado al que fuera máximo responsable del santuario ante las nuevas declaraciones incriminatorias de otros dos exblauets, quienes culpan al sacerdote de darles alcohol, tabaco y dejarles ver vídeos pornográficos en el ordenador de su despacho en el monasterio de Lluc cuando tenían 14 y 15 años.

Los perjudicados, que son adultos, relataron en el juzgado repetidos episodios sexuales que tuvieron lugar en varias ocasiones tiempo atrás cuando eran menores tanto en el santuario como en una casa en Cala Tuent, en sa Calobra, que pertenece a la misma congregación religiosa que regenta el monasterio de Escorca. Según su versión, el padre Vallespir empezó dándoles a probar el licor de hierbas que se elabora en Lluc para luego proporcionarles otras bebidas alcohólicas como whisky, vino, Martini o brandy. Las víctimas coincidieron al señalar que a veces bebían grandes cantidades de alcohol y se emborrachaban ante la presencia del exprior llegando incluso a perder la noción de lo ocurrido. Estos encuentros luego también se reprodujeron en el monasterio de La Real, según manifestaron.

Ante la aparición de estos dos nuevos perjudicados, antiguos niños cantores de la escolanía, y ante sus acusaciones, una de las partes personadas en el procedimiento judicial ha pedido que declare el presbítero en el juzgado como investigado. La Iglesia de Mallorca ha apartado definitivamente a Vallespir del sacerdocio al declararle culpable de pederastia por el primer caso de abusos sexualesVallespir del sacerdocio al declararle culpable de pederastia por el primer caso de abusos sexuales que denunció en marzo de 2015 otro exblauet, ahora de 38 años, por unos hechos que se remontan a los años 90. Un juzgado de Palma archivó esta causa al considerar que los hechos habían prescrito. Por otro lado, el capellán tiene abierto un segundo procedimiento en un juzgado de Inca por presuntos abusos a un exniño cantor de unos 8 años. El cura siempre ha negado los cargos y ha proclamado su inocencia.

Ahora, podría enfrentarse a un nuevo caso de supuesta corrupción de menores. La acusación particular también ha solicitado a la magistrada instructora que cite como testigo a un profesor de Lluc que descubrió estos hechos y los comunicó a sus superiores. La Guardia Civil también ha investigado el caso. Los perjudicados indicaron que los educadores del santuario no conocían lo que ocurría en el despacho del exprior ni en la casa de sa Calobra, ya que nunca lo contaron porque lo mantenían en secreto.