El juzgado de instrucción 11 ha citado en calidad de investigados (imputados) a los propietarios de Cárnicas y Supermercados Luis, una distribuidora de alimentación y bebidas de Calvià, a los que atribuye los supuestos delitos de estafa, contra los derechos de los trabajadores, salud pública y falsedad documental. Los imputados han sido emplazados para el próximo 8 de junio y con anterioridad declararon, en calidad de detenidos, en dependencias policiales de la UCRIF (Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad).

Agentes de esa unidad inspeccionaron el pasado día 8 de mayo las instalaciones de la empresa cárnica situada en la calle Mar Mediterráneo del Polígono Son Bugadelles, en Santa Ponça. Los investigadores encontraron una partida de unos 50 kilos de carne caducada, que fue inmovilizada.

La investigación policial, en estrecha colaboración con la dirección general de Salud Pública del Govern, se inició a raíz de la denuncia interpuesta por extrabajadores de la empresa. Además de la precariedad laboral a la que supuestamente estaban sometidos, los exempleados revelaron irregularidades en la manipulación de los alimentos. No se respetaba la cadena del frío y mucha carne estaba caducada. Las anomalías eran especialmente alarmantes en la carne picada.

Uno de los testigos reveló que en la empresa usaban un quitagrasas líquido para limpiar la carne que ya estaba mohosa y corrompida y luego venderla.

Un gran mayorista

Cárnicas Luis es uno de los grandes mayoristas de carne de Mallorca. La empresa abastece a numerosos restaurantes y hoteles de la isla. También la vende directamente al consumidor en sus establecimientos. En los últimos meses habían ampliado sus instalaciones para albergar un "salón gourmet".

Al recibir las denuncias por la supuesta venta de carne en mal estado, una inspección conjunta de los investigadores de la UCRIF de la Policía Nacional y de funcionarios de la dirección de Salud Pública en diciembre del pasado año detectó numerosas irregularidades. Entre otras, la actuación concluyó que no se respetaba la cadena del frío y la fecha de caducidad había sido alterada en algunos casos.

Además los expertos comprobaron que en muchos productos cárnicos no se podía determinar la trazabilidad de los alimentos. Este hecho supone un riesgo evidente para el consumidor.

La empresa no fue cerrada tras aquella inspección y tampoco ha sido clausurada tras la operación del 8 de mayo.

Cárnicas y Supermercados Luis S.L. ha calificado de "injustas y desproporcionadas" las informaciones sobre la investigación policial.

Según la distribuidora, tras la inspección de diciembre, se subsanaron y corrigieron todas "las desviaciones" detectadas por los funcionarios de Salud. Cárnicas Luis también ha manifestado que a raíz de aquella primera inspección "hemos incrementado de forma notable todos y cada uno de los controles de calidad y estamos trabajando, más si cabe, en la trazabilidad de los productos". En la causa se ha personado, como acusación, la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Balears.