A la vista de lo que ha declarado Biel Company, está claro que hace buena aquella frase de "más vale callar y parecer ignorante que hablar y despejar las dudas".

Company demuestra no sólo ser un ignorante en cuestiones medioambientales, sino que además, como diría Machado, desprecia cuanto ignora. Y el problema es que ignora muchas cosas. Ese desprecio se demuestra cuando de forma cobarde trata de insinuar que se malgastaba dinero público en "cositas". Esas "cositas" son estudios y trabajos llevados a cabo por los mejores profesionales, en un esfuerzo de años, para cumplir con la normativa europea en materia de recursos hídricos. Lo que para él son "cositas", para otros es trabajo al servicio del interés público. Lo que para él es malgastar, para otros es proteger nuestros escasos y frágiles recursos hídricos. Basta ver la página web de la Dirección General de Recursos Hídricos o el "Portal del Aigua" para ver los trabajos a los que denomina "cositas". Que, por cierto, son los mismos que se han utilizado como soporte técnico de los PHID de 2013 y 2015.

La torpeza de Company no tiene límites, porque demuestra con sus declaraciones su ignorancia y su desprecio no solo por lo que hacen los funcionarios, sino que también ignora y desprecia las exigencias ambientales de la Unión Europea. De hecho, durante su legislatura no se continuaron los trabajos de monitoreo ni de completado de las redes de control de aguas subterráneas, ni de seguimiento de aforos en torrentes, incumpliendo así mandatos de la Directiva Marco del agua. Quizás piense que él está por encima de todas esas "cositas", pero no es así.

Cuando critica la compra de máquinas y furgonetas lo hace porque no tiene ni idea de para qué servían, y servían precisamente para cumplir la normativa que obliga a completar las redes de control y evitar que se construyeran pozos chapuceros y pozos ilegales, cuestión esta última que por lo que se ve le importa muy poco. Evidentemente, cuanto menor control existe más fácil resulta tener barra libre. Si no hubiera existido red de control, no se hubiesen detectado posibles pozos ilegales en el campo de golf de Son Gual, por ejemplo.

Me temo que intentar explicar esto a Company, y que lo comprenda, es sencillamente imposible. Su problema es que cree que el Medio Ambiente está para ser sembrado y los parques nacionales para ir a pescar langostas a ritmo de champán francés con sus amiguetes. Para él eso no debe ser malgastar. Por eso, ni sabe ahora ni supo entonces nada de lo que se estaba haciendo en materia de Medio Ambiente.

Insultarme a mí o a cualquier funcionario por contar la verdad no es más que otra demostración de su manera de actuar, a la que por desgracia ya nos acostumbró durante su legislatura negra.

Company, en lugar de perder el tiempo tratando de ser faltón y grosero, arte que domina, lo que debería hacer es contestar a la pregunta de por qué razón no se investigaron los pozos ilegales de los campos de golf cuando en su momento se informó de su probable existencia, y por qué razón los agentes medioambientales recibieron instrucciones de no investigar más. Quizás el motivo de su grosería sea su falta de respuesta a la cuestión que se le ha planteado.

Company dice que miento. Yo digo que explique por qué no se actuó ante los informes técnicos existentes. Y lo cierto es que las investigaciones desarrolladas por los agentes medioambientales en la actual legislatura han confirmado la existencia de esos pozos ilegales en Son Gual.

Por lo que respecta a por qué no se denunció ante Fiscalía un hecho tan grave, que no sufra el señor Company: la justicia es lenta, está sobresaturada por casos de corrupción y falta de medios, pero al final las prevaricaciones, coacciones, etc., salen a la luz, y la justicia actúa. Todo a su tiempo.

*Alfredo Barón es exalto funcionario de la conselleria de Medio Ambiente