"Durante la etapa de Biel Company al frente de la conselleria de Medio Ambiente se paralizó una investigación sobre el campo de golf de Son Gual. Teníamos sólidos indicios de que estaban regando ilegalmente con agua de acuífero, pero no se tomó ninguna medida, ni se hizo ninguna investigación. Me consta, porque así me lo dijeron los agentes medioambientales, que hicieron una primera investigación y que luego les dijeron verbalmente que no volvieran". Palabra de Alfredo Barón, jefe del Servicio de Estudios y Planificación de la conselleria de Medio Ambiente durante el mandato de Company, ahora presidente del PP de Balears.

El exalto funcionario del Govern, jubilado desde 2013, define aquella legislatura como el "cuatrienio negro" porque "fueron cuatro años de inactividad absoluta y de prohibiciones más o menos encubiertas de que se llevaran a cabo actuaciones".

Barón, uno de los mayores expertos de Balears en agua después de una dilatada trayectoria gestionando los recursos hídricos de las islas, habla de la "impunidad" que reinó durante aquellos años en lo que respecta a los campos de golf.

"Yo entonces era el jefe del servicio de Estudios y Planificación y mi mujer era jefa de sección. Ella hizo el informe y yo puse el visto bueno. El del golf de Son Gual era un caso de libro, de los que se estudian en los libros de hidrogeología. En septiembre de 2011 advertimos un descenso anómalo del nivel del agua en un sondeo de la red de control de aguas subterránea. Así que pusimos un sistema de registro continuo que nos daba lecturas cada hora. Cada vez que se ponía una supuesta bomba en marcha bajaba el nivel. Y en verano el nivel bajaba todavía más. En los informes alertábamos de que posiblemente se estaba explotando un pozo de agua para regar el césped, lo que estaba completamente prohibido. Solicitamos una investigación, pero no se hizo nada", lamenta el exfuncionario.

Dos informes concluyentes

Company, por su parte, rechazó ayer estas acusaciones. "No recuerda que se parara ninguna investigación sobre un campo de golf. En cualquier caso los agentes de medio ambiente no dependían de él, sino de la secretaría general", indicó ayer el presidente del PP de Balears a través de un portavoz.

Barón todavía conserva los informes que en 2011 y 2012 elevó a sus superiores pidiendo una investigación en el fondo de Son Gual. Van acompañados de varios gráficos en los que se observa claramente cómo el nivel del acuífero, que se mantiene estable al menos desde enero de 2006, sufre un drástico descenso en los veranos de 2011 y 2012 cuando, según este experto, empiezan los bombeos para extraer el agua ilegalmente.

La conclusión del informe era muy clara. "No hay duda de que la causa de este descenso es la influencia del bombeo en uno o varios pozos cercanos". Y repetía el mismo ruego con el que finalizaba el informe escrito el año anterior: "Se considera necesario realizar una visita de inspección a las instalaciones del 'Golf Son Gual', con comprobación de las instalaciones de los pozos, del uso que se está haciendo del agua extraída y si es preciso, seguimiento y control de los volúmenes extraídos".

No hubo respuesta. Los dos informes acabaron en algún cajón y ningún agente medioambiental de la conselleria volvió a intentar inspeccionar ningún otro campo de golf mientras Company siguió al frente de la conselleria de Medio Ambiente. "La administración no solo no actuó, sino que según me informaron los agentes de medio ambiente, se les prohibió -verbalmente, claro- que realizaran inspecciones para la localización de pozos ilegales o con uso ilegal", subraya Barón.

Defensa de Vicenç Vidal

Vicenç VidalEste exalto funcionario considera que aquella "impunidad" con los campos de golf ha desaparecido en la presente legislatura. "La conselleria está haciendo lo que no se hizo anteriormente. Estarán haciéndolo mejor o peor, pero al menos hacen algo", asegura en referencia a los expedientes abiertos a media docena de campos de golf por regar, presuntamente, con agua de acuífero.

Ninguno de esos informes ha llegado todavía a Fiscalía o a algún juzgado pese a que algunos de ellos se redactaron en 2016. Sin embargo, Barón está convencido de que "no hay una voluntad política" de bloquearlos. "La burocracia es lenta por definición. Y si en algunos casos falta una cierta diligencia... El problema es que los agentes medioambientales no entienden que tarde más en subir un expediente de la primera planta a la segunda, que lo que tardan ellos en hacer su trabajo. Y eso les crea frustración", asume.

"El conseller Vicenç Vidal puede ser timorato, pusilánime o como le queramos llamar. Pero si comparamos esta legislatura con la de Company, cuando no se tomó ninguna medida en favor del medio ambiente, este Govern al menos lo intenta", señala este experto.

Tal como publicó este diario el pasado sábado, un grupo de agentes medioambientales del Govern denunciaron por escrito a la conselleria de Administraciones Públicas -no a la de Medio Ambiente- el bloqueo de hasta veinte actas que recogen presuntos delitos medioambientales y de las que no han tenido noticia alguna.