Pese a que en Mallorca viven cerca de 400 menores en riesgo de sufrir una mutilación genital en el transcurso de las visitas que realizan a sus familiares en sus países de origen del África subsahariana, donde se siguen prácticando esta bárbara costumbre, y de que un protocolo para intentar prevenir estos hechos ya está redactado y publicado desde mediados del año pasado, el Govern no lo está aplicando por falta de recursos, denuncia la organización Metges del Món, sobre la que recae la atención de esta problemática.

La comadrona jubilada Marián García, que continúa trabajando con la organización humanitaria para erradicar esta violencia de género, trabajó en la elaboración de este protocolo como responsable autonómica en salud sexual y reproductiva de la dirección general de Salud Pública.

"En este protocolo, realizado desde Salud Pública, han participado también las conselleries de Educació y de Serveis Socials y se acabó el año pasado ya que se realizó a la par que el de violencia de género. Pero mientras que éste ya se está aplicando, el de la mutilación genital ni siquiera ha sido presentado", lamenta la representante de Metges del Món.

Mandato parlamentario

A comienzos de este legislatura, los tres socios de Govern -PSIB-PSOE, Més y Podem- consensuaron una proposición no de ley en el Parlament en la que se instaba al Govern a elaborar el citado protocolo con el "fin de desarrollar una estrategia autonómica de carácter interinsular para concienciar a la población en riesgo de padecer estas prácticas y dar atención a las mujeres mutiladas".

En la proposición se alertaba además de que a causa del flujo de las migraciones "ha aumentado hasta un 40% el número de mujeres que provienen de países en donde se practica la mutilación genital y, mediante la emigración, también se trasladan estas prácticas" a los países de acogida.

"El protocolo incidía en primer lugar en que es necesario formar a todos los profesionales, no solo en el ámbito sanitario sino también en el educativo y en el de los servicios sociales para que puedan detectar estos casos y erradicarlos", explica García, que revela que el Institut Balear de la Dona es la única institución que se ha preocupado en formar a personal para atender esta problemática.

"El protocolo está hecho, aprobado y publicado, pero no se está aplicando", recalca la activista de Metges del Món antes de lamentar que aún reste implementarlo formando a sanitarios, profesores y asistentes sociales y dotándolo de recursos económicos. "Tanto los centros de salud como los hospitales, cuando se encuentran ante un posible caso de riesgo de ablación genital, reclaman nuestra intervención", admite.

Metges del Món cuenta en estos momentos con una mediadora cultural subsahariana que posibilita "una atención entre iguales. La población africana tiene ahora más información y quiere colaborar. Las mujeres, y los hombres, se están empezando a movilizar de una forma más visible desde el año pasado", se congratula Marián García, que revela que los compromisos de no mutilación que hacen firmar a los progenitores ya no están únicamente supeditados a la inminencia de un viaje, sino que trasciende esta coyuntura.