La conselleria de Salud presentó ayer el protocolo de actuación sanitaria ante la violencia machista que ha impulsado y elaborado junto a la coordinadora de Salud y Género, Carme Vidal.

Este protocolo, del cual ya se han repartido 600 copias en diferentes hospitales, pretende ser una herramienta para orientar al personal de los centros sanitarios. Además, se ha elaborado una guía rápida del mismo protocolo, de la cual se han repartido 4.000 ejemplares entre centros de salud, hospitales y otros dispositivos asistenciales.

Según explicó Carme Vidal, el objetivo del documento es que sea una "herramienta para los profesionales para detectar casos de violencia machista, aportar conocimientos y unificar criterios". También aporta información, comentó, por ejemplo, sobre la violencia machista en el embarazo y el puerperio , la atención a las agresiones sexuales, el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y con la mutilación genital femenina.

Para la coordinadora de Salud y Género, dos cosas básicas que tienen que hacer los profesionales de la salud son "observar y preguntar". "Muchas mujeres confían en que se les pregunte para tener la oportunidad de explicar sus circunstancias", y subrayó que una pregunta sencilla que puede funcionar es simplemente "¿cómo van las cosas en casa?".

Valoración del peligro

Vidal ha comentado que si se detecta un posible caso de violencia de género, se presenta un cuestionario de valoración del tipo de violencia y el grado de peligro al que puede estar sometida la mujer y también sus hijos, y propone un plan de seguridad con recomendaciones a seguir en el hogar y consejos en caso de que la mujer tenga que abandonar la vivienda de manera urgente. Vidal indicó que la actuación del personal sanitario no acaba cuando se confirma una sospecha de maltrato, sino que incluye una labor de información, atención, seguimiento y colaboración y comunicación con diferentes entidades y instituciones. "En este punto es muy importante el trabajo coordinado y la implicación de pediatría y trabajo social", explicó.

El papel de los profesionales de la salud, aseguró Vidal, es "liberar, empoderar y ayudar a elegir los recursos" que tienen las mujeres para denunciar o salir de una situación de violencia machista. Se espera que en dos años todo el personal sanitario se haya formado para actuar en estos casos.

La consellera de Salud, Patricia Gómez, felicitó a Carme Vidal por el trabajo de elaboración del protocolo y a los más de 20 profesionales que también han participado para que el proyecto viera la luz. Gómez, aseguró que ya se han formado 150 profesionales para ser los "referentes" en su centro sanitario en casos de violencia de género y puedan guiar a sus compañeros si en caso de que se encuentren en una situación así. Además, uno de los trabajos de los "referentes" es realizar sesiones clínicas que promuevan la sensibilización y las pautas de actuación frente estos casos.