Las investigaciones realizadas por la Policía Nacional han permitido identificar a cerca de 800 turistas británicos afectados por las falsas intoxicaciones alimentarias en establecimientos hoteleros de Baleares.

Estos turistas presentaron reclamaciones a través de 77 despachos de abogados que habrían orquestado un supuesto entramado criminal basado en falsas reclamaciones que han generado supuestos perjuicios económicos al sector turístico balear y español.

La operación, dirigida por el juzgado de instrucción número 2 de Palma, investiga la comisión de un posible delito de estafa masiva por las reclamaciones fraudulentas por supustos problemas gástricos de turistas ingleses que viajaron a Baleares a través de touroperadores en regimen de todo incluido.

Según la Policía Nacional, sólo un escasísimo porcentaje de los reclamantes fueron al médico, ya que la legislación inglesa, a la que se somenten estas cuestiones por imperativo contractural, es muy favorable al consumidor, bastando un simple tique de compra de un medicamento para justificar la intoxicación.

Además, a los hoteles que recibían las reclamaciones les resultaba más gravoso acudir a juicio en defensa de sus derechos, viendo como los importes de las reclamaciones les eran directamente descontados por los touroperadores ingleses.

Estas supuestas intoxicaciones se producían a pesar de que los hoteles de Baleares han superado todas las inspecciones de salud satisfactoriamente, incluso algunas llevadas a cabo por los por propios tourdoperadores ingleses.

Denuncia de los hoteleros

A raíz de la denuncia de los hoteleros desvelada por Diario de Mallorca, se comenzó la investigación de unos hechos que revestían indicios de delictivos.

Mediante el supuesto engaño y aparente simulación de enfermedades gástricas, los turistas británicos acogidos al todo incluido conseguían, en colaboración con despachos británicos que los captaban en España a través de tiqueteros o a través de webs especializadas, causar grandísimos perjuicios económicos, subyaciendo, según indica la Policía Nacional, un evidente ánimo de lucro en la conducta de aquellos, en tanto retorcían la normativa de consumo inglesa, en un claro fraude de ley.

Recientemente, recuerda la Policía, se actuó contra el escalafón inferior del entramado, el de los tiqueteros, que físicamente promovían la interposición de reclamaciones fraudulentas. Con el objetivo de conseguir poner de forma real punto final a esta práctica, se llevaron a cabo contactos con instancias policiales internacionales, a fin de ir en contra de los verdaderos autores del presunto delito.

Retirada masiva de reclamaciones

Desde enero de 2016 y hasta el final de verano, los hoteles de Baleares recibieron reclamaciones por valor de 4 millones de libras esterlinas, lo que supuso un incremento del 700% con respecto a los años anteriores. Además, el fraude se extendió también a Canarias y la Comunidad Valenciana.

El cliente y supuesto afectado, según la Policía Nacional, cooperaba necesariamente en este entramado interponiendo la oportuna denuncia a través del despacho colaborador. Gracias a ello obtenían vacaciones gratis que estos le prometieron, repartiéndose los beneficios con los autores materiales de la maquinación.

Según la Policía, el efecto llamada que produjo el fraude masivo está empezando a operar en sentido inverso en el Reino Unido ante el temor de tener que responder judicialmente por los casos de fraude.