El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma ha condenado a la barbería que se publicitaba con un cartel en el que presumía de permitir la entrada de hombres y perros pero no la de mujeres por incurrir en publicidad sexista, dando así la razón al Govern, que demandó al establecimiento. La portavoz del Govern, Pilar Costa, recordó ayer que la administración balear requirió a la citada barbería que retirara el cartel, lo que hizo en un primer momento pero después volvió a colocarlo desatendiendo reiteradamente los avisos para que lo quitara. Así, en diciembre del pasado año el Govern presentó una denuncia.

Aunque el responsable de la barbería dejó de exhibir el cartel tras la acción ante los tribunales por parte de Ejecutivo balear, el tribunal recuerda que no lo hizo en su momento a pesar de los reiterados requerimientos que recibió, por lo que le condena a pagar la totalidad de las costas judiciales y publicar íntegramente la sentencia.

Costa, que informó sobre la decisión del Juzgado tras el Consell de Govern y mostró la "satisfacción" del Ejecutivo porque el Juzgado le haya dado la razón en este asunto, explicó que el propio demandado se mostró "de acuerdo" en que debía retirar el cartel. La portavoz del Govern dejó claro que el Ejecutivo seguirá "actuando con contundencia" ante casos de publicidad discriminatoria y vejatoria contra las mujeres.

El polémico letrero

En el cartel aparecía la imagen de un hombre con el mensaje, en inglés y castellano, "yo puedo entrar", seguido de la de un perro con la frase "yo también" para acabar con la de una mujer y el mensaje "yo no".

El letrero, provocador e insultante, se encontraba expuesto desde 2013 en la barbería masculina Syndicate Barber, en la plaza del Progrés de Palma. El establecimiento, regentado por un ciudadano holandés, funciona como una especie de club masculino, con música de jazz y rock and roll de los setenta en discos de vinilo, en el que los clientes puedan estar charlando con comodidad y disfrutando de una copa mientras les cortan el pelo y les arreglan la barba. Sus perros pueden acompañarles, pero sin que haya presencia de mujeres. Ni de niños, claro. Al más puro estilo de hace medio siglo.

El cartel está a tono con la idea de local del responsable del establecimiento, cuya mujer, diseñadora, se encargó de idearlo para que los potenciales clientes vieran en la fachada el ambiente de estricta masculinidad que se les ofrecía.

Las denuncias no se hicieron esperar, dirigidas al Institut de la Dona que requirió al peluquero en varias ocasiones para que retirara su cartel, dejándole claro que era sexista. También hubo una inspección de la dirección general de Consumo sin éxito. Al final, el peluquero hizo caso a uno de estos requerimientos y retiró el letrero, pero al poco tiempo volvió a colgarlo. Al final, el Govern decidió tomar cartas en el asunto y en diciembre del pasado año acordó autorizar a la Abogacía de la Comunidad Autónoma a interponer una demanda de acción de cesación por publicidad ilícita contra esta barbería de Palma por el cartel sexista.