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Carreteras

El Túnel de Sóller será gratuito a partir de principios de 2017

La concesionaria ya ha anunciado a sus trabajadores que el Consell de Mallorca rescatará la gestión de los 3 km de carretera a finales de año - La institución pública y la explotadora deberán acordar un precio en millones de €

Con 10.500 vehículos diarios, el Túnel ha disparado su tráfico desde 2015.

El viejo sueño de la gratuidad absoluta del Túnel de Sóller se hará realidad a principios de 2017. La Compañía Concesionaria ya ha comunicado formalmente a sus quince trabajadores que cesará en sus cometidos de explotación a finales de este año. El Consell de Mallorca rescatará en esa fecha la gestión de los 3.023 metros de carretera cubierta encomendados ahora a Globalvía. A continuación, se facilitará el libre acceso del tráfico rodado. Se da por sentado que los pequeños flecos a resolver no afectarán al calendario de cambio de titularidad.

Atravesar el Túnel resulta hoy gratis exclusivamente para los residentes en Sóller y Fornalutx. La desaparición del único tramo de carretera de peaje de Mallorca tendrá un coste para la colectividad, que será asumido por el Consell al rescatar el Túnel. Aunque la recuperación es irreversible, la cifra ofrecida por la institución pública para consolidarla no alcanza ni a la mitad de las pretensiones del grupo internacional Globalvía.

Un año atrás, los tanteos para un hipotético rescate cifraban las aspiraciones de la concesionaria en treinta millones de euros. Desde entonces, han mejorado apreciablemente las perspectivas de negocio, porque el Túnel vive su ejercicio óptimo de explotación. El Consell no aceptará esa cantidad, por lo cual puede ocurrir que desaparezca el peaje pero que la empresa y la institución tengan que dirimir en los tribunales la cantidad ajustada por la resolución de la concesión.

Miquel Ensenyat, presidente del Consell por Més, mantiene vínculos estrechos con Sóller. La evidente popularidad de la gratuidad del Túnel no impide que se haya elegido un momento de cotización al alza para rescatar la concesión. El tráfico se ha disparado desde 2015 por la vía de peaje, que ha superado los niveles de rentabilidad tras haber comenzado su andadura en números rojos.

El Túnel ha obtenido esta primavera cifras de tráfico y facturación similares a las de un mes de agosto. Se halla en niveles de 10.500 vehículos diarios. A 4.95 euros por coche y trayecto, que ascienden de siete a nueve euros para autocares, el volumen de negocio influirá a la hora de determinar el precio de rescate.

Las generosas disponibilidades de tesorería del Consell, inhabituales en una institución pública, favorecen la predisposición a materializar la gratuidad del Túnel. En la actualidad, la institución insular ya abona a la concesionaria 1,30 euros por cada trayecto efectuado por los residentes en Sóller y Fornalutx.

La apertura absoluta del Túnel tendrá hondas repercusiones sociales. Se estima en un treinta por ciento la inflación de residentes en los municipios de Sóller y Fornalutx, para beneficiarse de las tarifas de acceso subvencionadas por el Consell. Al generalizarse la gratuidad, es previsible un descenso de empadronados en ambos municipios, con un efecto inmediato en la disponibilidad económica de los consistorios respectivos.

A modo de compensación del descenso demográfico, el ahorro de diez euros en una excursión a Sóller favorecerá el incremento de visitas y la actividad económica. Cabe recordar que el Túnel no fue concebido como un recurso para aliviar el difícil acceso a los municipios afectados. Se planificó para la explotación turística de su perfil costero, ligado a la inevitable construcción de una Marina de lujo. En el vaivén de consecuencias imprevistas, desaparece el filtro viario y aumenta por ejemplo la competencia laboral para los trabajadores de la zona.

El rescate del Túnel de Sóller tendrá lugar tres décadas después de que el Govern de Gabriel Cañellas efectuara en 1989 la adjudicación al grupo Cuart, una decisión que tendría repercusiones penales. Inaugurado en 1997, fue en su momento la mayor obra pública de Balears. Su factura de electricidad asciende a 15 mil euros mensuales, y sus tres kilómetros de recorrido obligarán asimismo al Consell a garantizar su funcionamiento más allá del rescate. El día después deberá tenerse en cuenta que percances nimios en una carretera, como la avería de un vehículo, adquieren proporciones dramáticas en un recinto de longitud kilométrica.

En 19 años no se ha producido ni un solo accidente mortal en el interior del Túnel de Sóller. Nueve personas se turnan para garantizar la seguridad de la vía y la atención inmediata a las vicisitudes que se producen en su interior. Los empleados de Globalvía en Mallorca, una fracción mínima de las decenas de miles de trabajadores del conglomerado en todo el mundo, han recibido el mensaje tranquilizador de que serán subrogados. Una vez eliminado el peaje y las labores de mantenimiento anejas, se procedería a la contratación de una empresa que se responsabilizara de las labores de mantenimiento viario.

La interpretación y gestión del Túnel como una obra pública de tránsito gratuito se debate desde su accidentada creación, que llevó al banquillo al president balear. Cuart encargó la construcción a FCC, que se encargó de la explotación tras la quiebra de la concesionaria. El Consell ha decidido ahora la desaparición de la única anomalía viaria de Balears, a falta de decidir el precio de la gratuidad.

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