Más de 85% de los profesores de la futura facultad de Medicina serán médicos que estén realizando labores asistenciales, según se puede concluir de las declaraciones efectuadas por la directora general de Acreditación, Docencia e Investigación en Salud, Margalida FronteraMargalida Frontera, quien aclaró que en este primer curso que se iniciará el mes septiembre comenzarán su labor docente un total de 11 profesores, de los que sólo será necesario contratar a unos cinco como asociados.

"Con los seis cursos en marcha se prevé que den clases un total de 106 docentes", calculó Frontera antes de empezar a desglosar esta cifra por sus diferentes categorías. A velocidad de crucero está previsto que den clases un total de nueve catedráticos, 27 profesores titulares, cinco ayudantes doctores y 65 profesores asociados.

Frontera especificó que la "inmensa mayoría" de los profesores titulares y los asociados -92 de los 106- serán médicos en labores asistenciales.

"Tanto los catedráticos como los profesores titulares, para poder dar clases han de tener el título de doctor y deben estar acreditados por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación). No basta con que lo estén por la AQUIB (Agència de Qualitat Universitària de les Illes Balears)", diferenció.

De esta élite profesoral, Frontera destacó que ya habrá unos cuatro catedráticos que trabajan en estos momentos en otros departamentos de la UIB que comenzarán a dar clases desde el principio en las asignaturas más básicas de los primeros cursos. Y lo mismo pasa con unos seite de los 27 profesores titulares necesarios para la facultad, que ya estarían también ejerciendo como docentes en Biología, Bioquímica, Enfermería o Fisioterapia.

Respecto a los que restarían por contratar -unos cinco catedráticos y unos 20 titulares, según calculó la directora general a grosso modo- habrá que abrir un proceso de contratación público que respete los principios de libre acceso, publicidad, transparencia e igualdad de trato.

Antes de ello, recalcó, hay que firmar antes de fin de año un concierto entre el Servei de Salut y la UIB. ¿El motivo? Que al tratarse de funcionarios no pueden ser remunerados por dos administraciones públicas. "Sus nóminas las pagará la UIB pero el concierto fijará que el IB-Salut le devuelva a la Universitat la parte de su salario que remunere la labor asistencial que realicen", aclaró Frontera.

De todo el país

A estos puestos de catedráticos y profesores titulares que restan por contratar podrán optar profesionales de todo el país. Y será una opción jugosa porque el contrato llevará aparejado las dos actividades. Esto es, desarrollarán una labor asistencial en el IB-Salut y darán clases en la facultad.

Preguntada sobre si se primará la contratación de los profesionales que ya están trabajando aquí, la directora general recordó que actuar así vulneraría los principios de contratación pública y constituiría una ilegalidad y que lo que se valorará será su experiencia docente y laboral así como su labor investigadora.

Sobre los profesores asociados, de los que se prevé contar con un total de 65 para este nuevo proyecto educativo -cinco de los cuales serán contratados para este primer curso-, Frontera especificó que serán personas que "por su experiencia profesional puedan aportar valor a la enseñanza".

Serán en un cien por cien clínicos (médicos) y no necesitarán ni ser doctores ni contar con una acreditación para la docencia". No obstante matizó que contar con estos dos requisitos les dará ventaja frente a competidores que carezcan de ellos.

No previó la directora general que haya competencia externa por estos puestos ya que, aclaró, "estos asociados pueden dar unas tres horas de clases y otras tres de preparación a la semana, actividad por la que cobrarán unos doscientos euros mensuales".