José Castro posee una vocación judicial a prueba de bombas. Podemos quería al juez del caso Infanta de candidato a las generales por Balears, y quién no. El empeño del partido procedía del propio Pablo Iglesias, pero topó con el rechazo radical y sin fisuras del magistrado, fiel a su ya legendario juzgado de Instrucción número tres. De haber aceptado la seductora propuesta, se hubiera medido con los socialistas renovados Ramon Socias y Antoni Manchado, dos candidatos revelación. Por lo menos no han elegido un matrimonio según es costumbre en el PSOE. ¿Qué parte de "nueva política" no ha entendido Francina Armengol?
Podemos detectó que Castro es el personaje público que concentra un mayor cariño ciudadano. Implacable y dicharachero a la vez, hubiera arrasado en los mitines. El partido radical se empleó a fondo para lograr su concurso. Sin embargo, el magistrado ha preservado la independencia que le ha llevado a no militar en ningún sindicato judicial. Contaba con el argumento adicional de su concentración en Son Espases, un escándalo de corrupción más grave que Cristina de Borbón. Cuando instruía a James Matas, el bufete de uno de los acusados quiso contratar al hijo del juez como abogado, para que su padre tuviera que abstenerse. Por fortuna, no todo el mundo antepone en Mallorca el dinero a la justicia.
Hablando de generales, si Pedro Sánchez cumple su anuncio de desterrar el Senado a Barcelona, propiciará la dimisión inmediata del Sanador Bauzá. El farmacéutico hispanoespañol es incompatible con Cataluña ni cobrando, que para él supone una renuncia radical. Todavía no ha asumido que Rajoy no quiere verlo ni en pintura. El farmacéutico delirante confía en liderar la regeneración del PP estatal en caso de derrota, y en ser ministro si hay victoria. Sus compañeros le ignoraron al incorporarse a su escaño senatorial.
Si quieren conocer la verdadera faz de Bauzá, pregunten a Tomeu Oliver, que fuera su sucesor en la alcaldía de Marratxí. Mateo Isern y Alvaro Gijón pelean por enfrentarse a Ramon Socias en la lucha por el Congreso. Biel Company solo quiere ser presidente del PP si es candidato único. A favor del triunvirato Isern/Francesc Fiol/Company trabaja el grupo de base AproPP. Salvo que todos los anteriores se pasen en masa a Ciudadanos.
Al elevadísimo precio de dos muertos, esta semana hemos comprobado que cualquier vecino puede levantar un edificio de siete plantas en Palma sin licencia y, sobre todo, sin que Cort se dé por aludido. El Ayuntamiento no solo es propiedad de la mafia del ruido, sino también de la patronal del cemento en el caso de que alguien sepa distinguirlas. El consistorio estaba volcado en el monolito de sa Feixina, menos hiriente que el adefesio de Santiago Calatrava que afea sa Murada y amenaza a los paseantes, o que el Palacio de Congresos. Dada su pasión guerracivilista, a Cort se le olvidó vigilar un hotel de s'Arenal a punto de tragedia.
El silencio de la conselleria de Trabajo ante la desidia inspectora de Cort no tiene por supuesto nada que ver con los vínculos familiares del semialcalde de Palma con dicho departamento. En esto consiste el nepotismo, en que te obliga a ser mal pensado. Por si acaso, recordaremos que el alcalde de Capdepera fue condenado por prevaricación omisiva al no vigilar la construcción del hotel Son Moll de Cala Rajada, saldada con cuatro muertos. Ojalá la sensibilidad por los caballos muertos se extienda algún día a los seres humanos.
En un síntoma incipiente de que algo está cambiando, los ayuntamientos de Inca y Manacor han rechazado con educada indignación la invitación a realizar en sus municipios actos militares en conmemoración de los tres siglos de la Capitanía General de Baleares. La inoportuna propuesta se asemeja a quienes nos invitan a una boda sabiendo que no somos usuarios, mis mejores amigos me han eximido del trance. Esperemos que el año próximo no se propongan celebraciones castrenses del octogésimo aniversario del comienzo de la Guerra Civil, para festejar a la isla que menos tardó en incorporarse al bando nacional, con los fusilamientos correspondientes.
Por un lamentable error de traducción, Uff Claassen confundió "centenario" con "cementerio". Los colonizados por Alemania siempre hemos envidiado a las empresas germánicas, como Lufthansa/Germanwings y Volkswagen. Un austero alemán nunca cometería una infracción urbanística. Recuérdenme que les cuente un domingo la peripecia de Carmen Balcells, cuando quiso instalar en Mallorca a Mario Vargas Llosa y su fenomenal biblioteca. La negociación se truncó porque el peruano no hablaba catalán.
Artur Mas veranea en Menorca, igual que el bailarín Miquel Iceta. Antonio Baños de las CUP pasa las vacaciones en Mallorca, y García Albiol en Eivissa. Los catalanes podrán separarse de España, pero nunca de Balears, mucho más independiente que Cataluña como no se necesitaba demostrar. Por ejemplo, Fernando Trueba se desentiende de España porque es mallorquín por partida doble, ya que descubrió que su parcela de Cala Llamp había sido vendida dos veces. En fin, España conquistó el Eurobasket ante Liliputuania por contar con un 40% de baleares en su quinteto inicial.
Nuestra ilustración londinense de hoy demuestra que la feroz campaña de la prensa británica contra la ecotasa se complementa con fotos gigantescas en los autobuses, mediante las que se pretende demostrar que los nativos de Mallorca son seres primitivos que pasean por la calle en taparrabos de pésimo gusto. Para aumentar el daño reputacional, han elegido como modelo a un destacado hotelero mallorquín. Vean B, si la encuentran.
Reflexión dominical fidedigna: "En periodismo, la experiencia se llama fe de errores".
