-El Govern del PP anunció que había dado un impulso a la Ley de Dependencia. ¿Cómo se lo ha encontrado?
-La palabra que caracteriza a la gestión de la Ley de Dependencia durante estos cuatro últimos años es paralización. Basta mirar los datos para comprobarlo. De 2007 a 2011 se pusieron en marcha de cero a 10.390 expedientes de la Ley de Dependencia. Cuando llega el PP y hasta este año se ha pasado de 10.390 beneficiarios a 11.397, únicamente han incorporado unos 1.000 dependientes en una legislatura. No me quiero imaginar las críticas que tendríamos si en solo cuatro años incorporamos a un millar de beneficiados de la Ley de Dependencia. En nuestra anterior etapa, además de poner en marcha los expedientes, también creamos la infraestructura con técnicos especializados en valoraciones y abrimos 1.600 plazas de residencias y centros de día. El PP en tres años no ha abierto absolutamente nada. Ahora hace poco pusieron en marcha las residencias de Eivissa que nosotros ya las dejamos construidas.
-¿Qué piensa hacer para impulsar la dependencia?
-En primer lugar debemos resolver un problema que nos hemos encontrado. El 1 de julio de 2015 tenían derecho a ser valorados los llamados dependientes de grado 1. Ese día entraron 4.000 solicitudes y no hemos encontrado ningún tipo de estructura preparada para atender a estos expedientes y ser valorados. En los próximos meses debemos resolver este problema y dar una respuesta a estas 4.000 personas. También nos hemos encontrado una lista de espera de 800 personas para entrar en una residencia. Estamos estudiando fórmulas para concertar estas plazas.
-¿Cómo piensan resolver la falta de plazas de reformatorio para menores?
-Nuestro objetivo primordial será la creación de plazas de reforma para menores. En estos momentos es Pinaret cuenta con 48 plazas y hay 62 jóvenes. Es fundamental que durante esta legislatura consigamos mayor dotación de plazas para menores con medidas judiciales. Entre 2007 y 2011 creamos dos centros nuevos. No sabemos el motivo, pero el PP cerró uno, el CIS, y lo convirtió en oficinas.
-¿Qué medidas impulsarán para luchar contra la violencia de género?
-Lo primero que debo decir es que en el acuerdo de Govern, y a raíz de la demanda del sector, el Institut Balear de la Dona lo debe gestionar la conselleria de Presidencia. De momento todavía no se ha traspasado porque la ley de creación del instituto marca que debe estar en Servicios Sociales. Hace falta derogar un artículo. De todas formas, lo llevará una persona de Més, como es Rosa Cursach, que tiene un perfil que a mí me gusta mucho porque es feminista y creyente. Rompemos con el mito de que solo las mujeres de izquierdas y no creyentes defendemos el aborto. Uno de sus objetivos será la Ley de Igualdad que Bauzá paralizó y luego potenciar la educación entre los jóvenes para evitar la lacra de la violencia de género.
