Los dos sectores que libran la guerra civil en el seno del PP de Balears para elegir un presidente provisional pactaron ayer una tregua. Los críticos que encabeza el alcalde de Campos, Sebastià Sagreras, y el sector de Bauzá y Rodríguez (oficialistas) que impulsan al exalcalde de Montuïri, Jaume Bauçà, acordaron el pasado domingo suspender las comidas organizadas por ambos sectores enfrentados para seguir negociando una lista de consenso. La finalidad de los encuentros era plantar batalla en el seno del comité ejecutivo que debe elegir el sustituto de Bauzá.

Los críticos, cuando advirtieron que el exprimer edil de Montuïri estaba controlado por Bauzá y Rodríguez, reaccionaron presentando a Sagreras de alternativa y el enfrentamiento se recrudeció. El domingo por la noche ambos contendientes acordaron la tregua para "seguir negociando".

No obstante, la sorpresa del sector de Sagreras fue un whatsapp remitido ayer por la mañana por el mismísimo José María Rodríguez y aliado de Bauzá. En este mensaje, el presidente del PP de Palma apostaba por la unidad, pero siempre y cuando el presidente provisional fuese el que tutela él y el expresident Bauzá: "En aras de que la candidatura de Jaume Bauçà de Montuïri sea la única que se presente a la presidencia regional del PP, queda suspendida la comida prevista para hoy en el restaurante Antonio de Montuïri. Gracias por vuestro apoyo y os seguiremos informando".

El mensaje no gustó nada a los críticos, que horas antes habían pactado el cese de las hostilidades. No entienden cómo Rodríguez y Bauzá siguen imponiendo su candidato. Tal y como publicó el pasado domingo este periódico, al sector crítico le parecía bien que Jaume Bauçà fuera el hombre elegido para liderar el partido hasta el congreso de principios de 2016. Sin embargo, se dan cuenta que Bauçà está tutelado por el sector oficialista que comandan el expresident del Govern y Rodríguez. En este momento deciden dar el paso y presentar a Sebastià Sagreras, alcalde de Campos con una amplia mayoría absoluta y el dirigente popular con mejor resultado electoral de Balears. Los críticos organizan una merienda en Maria de la Salut y los oficialistas una comida en Montuïri para definir las estrategias de la batalla y, si es preciso, forzar una votación en el comité ejecutivo.

El domingo Sagreras y Bauçà cenaron juntos y acordaron la tregua para negociar sin imposiciones. Ambos sectores esperan encontrarse en las próximas horas si los movimientos de Bauzá y Rodríguez para seguir controlando el partido no lo truncan.

Sagreras aseguró ayer que para él Bauçà es un "amigo" y elogió su talante. No obstante, no entiende que se haya rodeado de Rodríguez y Bauzá. Por su parte, el exalcalde de Montuïri, no quiso pronunciarse. Solo quiso dejar claro que él no es de ningún sector. "No soy oficialista, solo soy del Partido Popular", indicó ayer Bauçà.