­Miles de personas, diez mil según los organizadores, se enfundaron ayer una camiseta verde para elevar su voz en defensa de la lengua propia de las islas y de la educación en catalán y recriminar la actuación del Govern de José Ramón Bauzá en esta legislatura que ahora concluye.

La Marxa per l´Educació organizada por la Assemblea de Docents y que partió desde Inca poco después de las diez de la mañana, entraba triunfalmente en la plaza de España al son de las xeremies y recibidos con fuertes aplausos en torno a las seis y media de la tarde.

Allí les aguardaban Jaume Mateu, presidente de la Obra Cultural Balear (OCB) y los simpatizantes de esta institución para completar juntos el último tramo que les quedaba para llegar a la plaza Major, escenario de los tradicionales mosaicos de la Diada.

Una atronadora batucada de la agrupación Tambors per a la Pau ponía ritmo a la marcha que, en muchos tramos de la calle San Miguel, se colapsaba por la masiva presencia de manifestantes.

En la cabecera y portando la pancarta se podía ver, entre otros, a Jaume Mateu, a la sindicalista Katiana Vicens y al portavoz de la Assemblea de Docents, Iñaki Aicart, que fue uno de los primeros en tomar la palabra en la plaza Major. Y lo hizo para calificar la jornada reivindicativa de ayer de "un nuevo éxito colectivo".

"Decían que esta iba a ser la legislatura de las autopistas de la Educación, quizá nunca licitadas, pero al final lo ha sido de los caminos de carro por los que hemos transitado los que aspiramos a la libertad", dijo Aicart, que recalcó que esta edición de la Marxa per l´Educació ha superado ampliamente la del año anterior.

"En Marratxí había 3.500 personas inscritas y podemos decir que hemos dado 120 millones de pasos", dijo aludiendo al lema de la caminata Fem passes pel futur.

La nota de humor la puso el cómico Miquel Àngel Llonovoy, que confió en que su parlamento fuera entendido tanto por los sollerics como por los felanitxers, en una clara burla a las personas que defienden las variedades idiomáticas del balear frente al catalán estándar. Y luego se centró en parodiar la actuación del president Bauzá, de quién aseguró que ha impuesto una dieta para adelgazar al catalán y que mientras él ve todas las cosas de color de rosa, "yo las veo de color verde", bromeó antes de asegurar que, ya que tanto le gusta el idioma inglés, "en mayo le diremos goodbye".

El último en tomar la palabra fue el presidente de la OCB, que aseguró que esta fiesta reivindicativa a favor de la lengua catalana es también una protesta contra las políticas lingüísticas y educativas que ha desarrollado el Govern en esta legislatura.

Por ello, reclamó un voto "reflexivo" a la ciudadanía ya que, aseguró, el actual Ejecutivo se ha pasado los últimos cuatro años legislando sin contar con ella y, en democracia, recalcó, "se ha de escuchar a la sociedad".

En la lectura del manifiesto Mateu recordó a la figura de Ramon Llull, de quien se conmemoran ahora los setecientos años de su muerte, y lamentó que en esta legislatura los derechos lingüísticos en las islas "hayan sufrido los ataques más despiadados y crueles desde la muerte del dictador".

El presidente de la OCB también aludió a los agravios y ataques de un Govern que, recordó, "por imperativo legal debe velar por el uso, el conocimiento, la difusión y el prestigio de la lengua catalana".

El manifiesto cuestionó que la lengua haya sido "un elemento de conflicto" y que el actual Govern la haya confinado a "los ámbitos domésticos y domesticados" y que incluso haya sido segregada en la Administración Pública y reducida a la "mínima expresión en los medios de comunicación". "Nunca callaremos ante ningún abuso contra nuestros derechos lingüísticos y cuando sea necesario diremos basta, basta de injusticia y de iniquidad, basta de mordazas, restricciones y retrocesos en materia lingüística", concluyó Mateu.

Luego se procedió a confeccionar el tradicional mosaico con las cartulinas que portaban la multitud de personas que ayer abarrotaron la plaza Major. Un mosaico multicolor en esta ocasión para recordar las múltiples movilizaciones ciudadanas llevadas a cabo en estos últimos cuatro años para defender no solo la lengua y la educación, sino también la sanidad, los derechos sociales y el territorio.

Esta jornada reivindicativa fue apoyada por distintas organizaciones educativas y sociales afines a la OCB. Jaume Mateu habló de más de 40 entidades implicadas, 25 pertenecientes a la comisión organizadora de la Diada per la Llengua y otras quince asociaciones invitadas para esta ocasión. Por no hablar de las organizaciones políticas que se sumaron de una manetra u otra a la jornada, entre ellas el PSOE, Més, el Pi, Esquerra Unida, Guanyem Mallorca, ERC y Podemos.

Así, la candidata socialista a la presidencia del Govern, Francina Armengol, que secundó la marcha acompañada por los candidatos de su formación al Consell y a Cort, Francesc Miralles y José Hila, respectivamente, manifestó que, "de la misma manera que durante esta legislatura hemos dicho un no bien fuerte a los recortes, ahora decimos un sí rotundo al pacto social y político por la educación de Balears".

Biel Barceló, candidato de Més per Mallorca a la presidencia, destacó que "hemos tenido un Govern que no ha creído en la cultura, que ha acabado la legislatura cerrando canales de televisión en nuestra lengua. Hemos tenido un Govern contra la escuela y reivindicamos un Govern al servicio de la escuela", concluyó.