El Parlament viajó ayer por videoconferencia de cárcel en cárcel. De visitar a Matas en la de Segovia a adentrarse en la prisión de Palma, desde la que se asomaba a la comisión de investigación de Son Espases a través del plasma el exvicepresidente del Consell insular y exteniente de alcalde Palma (siempre con UM) Miquel Nadal. Su citación respondía fundamentalmente a un hecho: la sospecha de que el PP de Matas y la UM de Maria Antónia Munar habían hecho un intercambio de gobiernos y cromos, que implicaba que UM ayudaba a adjudicar el hospital de Son Espases (contribuyendo así a la presunta financiación ilegal del PP) a cambio de que el PP diese el visto bueno al proyecto de Can Domenge, que ha llevado a varias políticos de UM a la cárcel, entre ellos el propio Nadal. Preguntado al respecto, Nadal se limitó a contestar en todo momento que él no recuerda, ni le consta que se intercambiase una operación por otra, más allá de admitir lo que ya se sabía: que facilitar la construcción del hospital de Son Espases era uno de los puntos que incluía el "acuerdo de gobernabilidad" (así lo llamaron) con el que el PP y UM se repartieron en el años 2003 el control de las instituciones políticas de las islas.

Nadal restó además importancia al hecho de que ambos proyectos [Can Domenge y el hospital] se aprobasen en el mismo consell de Govern de Matas, aunque aseguró que, en cualquier caso, eran el propio expresident del Balears y del PP y Maria Antonia Munar, entonces presidenta del Consell de Mallorca y de UM, quienes "tomaban las grandes decisiones". "Matas y Munar se reunían periódicamente para tomar las grandes decisiones, y del seguimiento posterior y gestiones para estos temas nos encargábamos después Rosa Estarás en el PP y yo mismo en UM", añadía, aludiendo a Estarás, entonces vicepresidenta del Govern de Jaume Matas, después presidenta del PP en Balears y hoy eurodiputada del Partido Popular.

"Una tramitación normal"

Nadal sostuvo además que la tramitación del hospital se había ajustado a los cauces habituales en la administración, tanto en términos del plazo transcurrido en la tramitación como en lo referente a los informes técnicos y pasos burocráticos previstos para adjudicar una obra de esas características. "Fue una tramitación normal", resumía Miquel Nadal, cuya comparecencia se prolongó durante apenas 31 minutos, para cerrar una comisión de investigación que ahora afronta el período de redacción de conclusiones de cada uno de los partidos. La primera semana de marzo está previsto que estén listas y lleguen al pleno de la cámara para su debate y votación.