Indignación en los pueblos pequeños al encontrarse con sus unidades de salud cerradas
Un anciano de Puigpunyent se preguntaba ayer por qué no podía ser atendido en su localidad y tenía que desplazarse hasta la Vileta, en Palma
Un anciano que paseaba ayer ante la cerrada unidad básica de Puigpunyent, en la que un cartel remitía a sus usuarios al centro de salud de la Vileta, en Palma, no pudo reprimir su indignación. "Como no somos de los suyos (el pueblo está gobernado por Independents), nos hacen esto. Tenemos derecho a recibir asistencia sanitaria porque pagamos nuestros impuestos como todo el mundo. ¿Y si no tengo un vehículo para ir a la Vileta? ¿Qué hago? ¿Aviso a un familiar o llamo a una ambulancia?", se preguntaba este ciudadano afectado por los recortes que sufre Atención Primaria.
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Como indignados están los habitantes de la Colònia de Sant Pere, que desde el pasado lunes y para las próximas dos semanas no dispondrán del médico que atiene el dispensario de esta localidad, de vacaciones y sin sustituto por ahora. El alcalde de Artà, Tolo Gili, del PI, explicó que ya ha recibido numerosas quejas de residentes en la Colònia y que presentará una protesta formal ante la conselleria de Salud, por si sirve de algo, informa Biel Capó.
Como sí han servido las quejas del alcalde de Santa Margalida, localidad dependiente sanitariamente del centro de salud de Muro que ayer estaba previsto que cerrará de 17.30 a 21 horas por falta de facultativo para atender las consultas. Finalmente, no se conocen los motivos, se halló un médico que pudiera atender a los pacientes de Muro y evitar que se tuvieran que desplazar a sa Pobla, informa Nena Carbonell.
También en el centro de salud de Vilafranca están desbordados. Las unidades básicas de salud de Sant Joan, Ariany, Porreres, Montuïri y Petra depende de este centro en el que no se está sustituyendo a nadie y en el que el hecho de que una enfermera disfrute de dos días de libre disposición ya supone un quebranto organizativo como lo demuestra el hecho de que el pasado martes, a las doce del mediodía, la unidad básica de Sant Joan tuviera que cerrar sus puertas porque su enfermera tuvo que ir a cubrir sus citas, según informó Maria Barceló, delegada de UGT en Manacor, que abundó en que "los prefesionales sanitarios se están sustituyendo unos a otros de la mejor manera que pueden y anulando sus citas para atender las de un compañero".
"En Manacor les falta un pediatra y una enfermera con reducción de jornada por cuidado de hijos no ha sido sustituida, lo que es ilegal. Están abusando de la responsabilidad del personal sanitario con sus pacientes para continuar así", denunció Cordero, delegada de UGT en Primaria.
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