Los sectores hotelero y de restauración no muestran un excesivo interés por incluir en sus establecimientos nuevas ofertas vinculadas al juego de la mano de la ley balear, aunque la postura definitiva se mantiene en reserva a la espera de que se apruebe el reglamento que debe de desarrollar la citada normativa.

La más tajante a la hora de descartar la entrada de las apuestas deportivas en sus sector es la presidenta de la asociación Restauración-Caeb, Pilar Carbonell, al considerar que la convivencia de su actividad tradicional y la del juego resulta muy difícil.

La vicepresidenta ejecutiva de la federación hotelera de Mallorca, Inma de Benito, tampoco cree que su sector vaya a mostrar un excesivo interés por esa posibilidad -"no está en nuestra agenda", asegura-, aunque prefiere mostrarse prudente hasta comprobar el desarrollo reglamentario que se le va a dar. De Benito destaca que la estrategia de su organización empresarial ha sido la de reclamar que se mantenga la posibilidad de organizar bingos sin animo de lucro en sus instalaciones, dirigidos principalmente a una clientela de la tercera edad que llega en temporada baja y como opción de entretenimiento para niños, que suelen recibir regalos no económicos, como balones o juguetes.

Pese a ello, el director de Desarrollo del operador Codere, Carlos de Juan, admite el interés en poder instalar sus máquinas de apuestas en hoteles y bares, aunque matiza que en un establecimiento que solo abre en temporada alta la rentabilidad queda condicionada. En este aspecto, apunta que el 60% de las apuestas que se realizan son sobre fútbol y recuerda que no hay Liga en verano.