Tres agentes de la Policía Judicial de Madrid realizaron ayer una recreación de la sala donde el pasado mes de febrero declaró como imputada la infanta Cristina para descubrir al autor de la grabación clandestina. Estos tres especialistas en análisis audivisuales fueron requeridos por el juez Manuel Penalva, titular del juzgado de instrucción número 11 de Palma, que intenta descubrir quién realizó dicha grabación, incumpliendo la orden del magistrado José Castro, que había prohibido expresamente que se tomaran imágenes de la declaración. Sin embargo, una de las personas presentes en la declaración incumplió dicha orden. No solo grabó parte de la declaración, sino que después la facilitó a un portal de Internet, para que se colgara la imagen en la red.

El personal del juzgado habilitó la sala tal como estaba el día de la declaración. Se colocaron los mismo bancos donde se sentaron los abogados y los funcionarios que estuvieron presentes en la declaración. Se intentó recrear una situación lo más parecida posible para intentar localizar el punto exacto desde donde se tomaron las imágenes, el momento que se hizo y a partir de estos datos descubrir a su autor.

Además de estos tres policías, también quiso estar presente en la prueba pericial el experto en imágenes que ha contratado el abogado Francisco José Carvajal. Se trata del principal sospechoso y la Policía de Palma apuntó a que había sido el autor de la grabación. El primer informe que se hizo, que fuentes próximas al caso consideran que no es contundente, señalaba que las imágenes se tomaron desde la tercera fila.