El senador socialista por Baleares Francesc Antich exigirá esta semana en el Senado la paralización de las prospecciones petroleras en el Mediterráneo por su impacto en el medio marino, la actividad pesquera y turística y reclamará además al Gobierno que establezca límites legales a este tipo de sondeos.

Antich defenderá el martes ante el Senado una moción en la que pedirá que la cámara alta manifieste su rechazo a los permisos de investigación o autorizaciones de exploración de hidrocarburos, concedidos o en tramitación, en el mar Mediterráneo español así como a la autorización de nuevas fases de los vigentes, ha informado el PSIB en un comunicado.

La justificación para reclamar la paralización es los impactos que generan en el medio marino y que significan un serio peligro para la actividad pesquera y turística.

En la moción que se debatirá el martes, Antich también reclamará a la Cámara que inste al Ejecutivo a con el fin de que se pongan límites a la liberalización que representa, con especial atención a las cuestiones medioambientales, e impida las prospecciones en el mar que afecten a especies y zonas protegidas, zonas turísticas, recursos pesqueros y el mar Mediterráneo.

El parlamentario del PSOE ha denunciado que las prospecciones de hidrocarburos autorizadas, o en trámite de ser autorizadas, conllevan el desarrollo de trabajos concretos como las adquisiciones sísmicas, que suponen contaminación acústica y pueden implicar daños de gran envergadura al medio marino, a los ecosistemas y a la flora y fauna marina, además de afectar a zonas y especies protegidas y a los recursos pesqueros.

Antich ha recalcado que todos esos efectos se sufrirán por una iniciativa que "es sólo para conocer si hay hidrocarburos", ya que en el caso de que se permitan los sondeos, las perforaciones y la explotación de los pozos, los efectos y daños serán, "sin duda, de mucha mayor magnitud e intensidad".

El senador ha destacado que diversos informes y estudios científicos, como el de la Comisión Balear de Medioambiente, advierten de que estas acciones pueden ser muy dañinas para el medio ambiente y perjudiciales para el turismo.

Antich ha indicado que, además de las protestas del sector turístico y pesquero y de las manifestaciones de rechazo de la población, distintas instituciones de los territorios peninsulares y de Baleares, entre ellas el Govern y el Parlament, han rechazado, de forma unánime, las prospecciones.

El Govern y el Parlament han pedido su paralización y la modificación de la Ley de Hidrocarburos para limitar la liberalización que supone y para prohibir las iniciativas en el mar que afecten a zonas protegidas y zonas turísticas.

Antich ha recordado que la Ley de Hidrocarburos de 1998 es una norma liberalizadora que promueve, sin límites, este tipo de actividades, sin prestar la atención debida, entre otros, y en especial a la singularidad que representa el mar Mediterráneo.