Como colofón del curso, Jesús Murgui se reúne esta semana con los sacerdotes de la isla, por grupos de edad. Empezó el lunes con los curas de hasta 49 años, los llamados ´jóvenes´, por la avanzada edad de media.

El resultado de ese encuentro fue dispar, dependiendo de la fuente informante: según unos, el obispo se mostró "muy frío y distante", e incluso en algunos momentos desafiante. Según otros, el prelado estuvo muy atento a las demandas de los sacerdotes, y les escuchó "en tono muy positivo". En cualquier caso, todas las voces consultadas critican que Murgui "viniera acompañado de las dos carabinas", en alusión a los vicarios generales Lluc Riera y Rafel Umbert, que no le dejan a sol ni a sombra.

En lo que también hay coincidencia es en los lamentos de Murgui hacia los mallorquines. Dijo que no llega a entender el carácter isleño, y se quejó amargamente de no conocer la verdadera cara de la gente, de que unos le digan "blanco delante, y luego, por detrás, resulta que es negro", relata uno de los presbíteros cuarentones. Otro relata que Murgui "se lamentó de que nunca antes había visto tanta negatividad entre el clero como en Mallorca, que no lo podía entender". Por lo visto, el prelado recriminó que haya sacerdotes que se perjudiquen entre ellos, y que boicotearan las iniciativas que se tomaban desde el gobierno de la diócesis, como por ejemplo en el consejo presbiteral.

También hay unanimidad entre los curas informantes de que el obispo expresó su decepción generalizada, y recriminó la ausencia de muchos de los presentes a las actividades organizadas a lo largo del Año Sacerdotal, u otras. Los rectores compartieron asimismo su decepción por determinados modos de funcionar de la jerarquía, y criticaron la desconexión que a veces sienten entre ellos y la curia. Algunos dijeron sentirse desatendidos, incluso solos, y reclamaron una mayor implicación por parte de la cúpula eclesiástica en el día a día de sus pastores.

El ambiente se relajó durante el posterior almuerzo, aunque después bastantes curas tacharon de "inútil" la jornada, porque "[Lluc] Riera va a seguir mandando". De hecho, la asistencia no fue masiva: de los 44 convocados, la mitad dio plantón a Murgui.