La resistencia del Gobierno a renunciar a la jubilación a los 67 años tiene un precio en Balears: 4.013 millones de euros. Esa es la cantidad que se ahorraría la Seguridad Social en pensiones hasta el año 2040, momento en el que el Gobierno teme que el sistema empiece a resquebrajarse si no se introducen de inmediato reformas drásticas que garanticen su financiación. La cuenta es tan contundente como la resistencia de la población a aceptarla: según los datos de cotizantes de la propia Seguridad Social y los registros poblacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta el año 2040 se jubilarán en las islas casi 280.000 trabajadores, que con la edad de retiro actual (65 años) cobrarán en pensiones 56.037 millones de euros, presupuesto que se reduciría a un total de 51.024 con la prolongación de la vida laboral hasta los 67.

El ahorro comenzaría ya en el 2013, año que marca el inicio de la transición hacia el retiro a los 67. Durante ese primer ejercicio la jubilación solo se retrasaría dos meses, por lo que el recorte de gastos sería mínimo. No obstante, el ahorro para las cuentas públicas aumentaría año a año hasta 2025, cuando la jubilación quedaría postergada hasta los 67. En esos doce años de adaptación, la Seguridad Social evitará pagar a los baleares 863 millones en pensiones, cifra a la que se llega tras aplicar a los 89.400 jubilados de ese periodo la esperanza de vida que les estima el Gobierno (19,91 años tras el retiro) y la pensión media del archipiélago (9.647 euros al año). El recorte de gastos medio del período de adaptación sería así de 71 millones al año, cifra similar a la que paga el Govern cada año para financiar la universidad (65,8 millones) o lo que cuesta mantener las emisiones de radio y televisión de IB3 (61,6 millones).

El verdadero ahorro habría que buscarlo así a partir del 1 de enero de 2025. Cuando el calendario luzca esa fecha, la jubilación obligatoria quedará fijada a los 67 años, por lo que el ahorro anual con una pensión media similar a la actual sería de 210 millones –que es lo que invierte el Estado en Balears cada año. Entre 2025 y 2040, la factura de las pensiones se reduciría así en Balears en 3.150 millones gracias al retraso en dos años de la jubilación. Aunque el ahorro es muy relativo: hasta 2040, la esperanza de vida en el momento del retiro aumentará de los 19,9 años actuales a los 22,41, es decir, casi dos años y medio más. O traducido: el ahorro por retrasar la jubilación será engullido por el incremento del tiempo de vida de los pensionistas.

Por eso aunque la cuenta está clara, el debate está servido: ¿Justifican esos 4.013 millones de ahorro balear (y los miles del resto de comunidades) una reforma tan sumamente impopular? El Gobierno –que no habla de ahorro, sino de sostenibilidad del sistema– cree que sí, pero los sindicatos no lo tienen tan claro. Por ello han elevado el tono de las críticas para recordar que medidas como la jubilación a los 67 y el abaratamiento del despido son "parte del programa del PP, no del que llevó el PSOE a las elecciones".

Batalla por la base de cálculo

"El ahorro es en realidad casi nulo", argumenta Manuel Pelarda, secretario de Acción Sindical de UGT Balears, que advierte además de que la verdadera amenaza de la reforma de pensiones no está en el retraso de la edad de jubilación, sino en el cambio del sistema de cálculo de las pensiones y del tiempo de cotización mínima. "Si pretenden, como parece, que haya que cotizar 25 años para que te den la pensión mínima [frente a los 15 actuales], sería un desastre para Balears. Aquí hay muchísimos trabajadores que, por la temporalidad, cotizan solo unos meses al año, por lo que alguno tendría que pasarse 50 trabajando para llegar a cobrar la mínima". Por eso los sindicatos, que se manifestarán el 23 contra la reforma, han centrado la batalla en el sistema de cálculo, con el que ya han conseguido anotarse un tanto: el Gobierno retiró en horas una ampliación a 25 años del tiempo de cotización, en una maniobra que da aire a Balears, la comunidad con la cuarta pensión más baja del país.