La crisis está dando alas a la economía sumergida. Los casos detectados por la Inspección del ministerio de Trabajo de personas que cobran del paro y al mismo tiempo perciben un salario irregular se han duplicado en Balears durante el último año, a lo que se suma un aumento igualmente apreciable de las empresas que nutren sus plantillas de asalariados a los que no han dado de alta en la Seguridad Social. Y a ello hay que sumar que las previsiones de los sindicatos apuntan a que la denominada "economía golfa" va a seguir incrementándose durante los próximos meses.

El director de la Inspección en las islas, Pablo Páramo, no oculta la contundencia de dicho crecimiento. Durante los diez primeros meses de este año se han descubierto a casi 300 personas que percibían una prestación por desempleo y al mismo tiempo conseguían otros ingresos por el desarrollo de su profesión, lo que supone un aumento del 85% respecto al mismo periodo del pasado año. Además, se apunta que al cierre del presente ejercicio esta tasa probablemente se habrá aproximado al 100%.

Pablo Páramo destaca que este fuerte incremento de los casos detectados se ha dado a pesar de la dificultad existente para combatir estas situaciones, ya que una parte importante de este tipo de comportamientos corresponde a personas que compaginan sus ingresos a través de una prestación por desempleo con la realización de pequeñas obras y reparaciones en el interior de domicilios, a los que los inspectores no pueden acceder.

Igualmente importante ha sido el crecimiento de las denuncias que la Inspección recibe por irregularidades cometidas en las empresas, fundamentalmente la utilización de mano de obra sin darla de alta en la Seguridad Social. En ese mismo periodo de diez meses de 2009 se han contabilizado ya 2.322 expedientes de este tipo, lo que supone un aumento del 20% sobre el ejercicio anterior. Estas denuncias suelen proceder de sindicatos o personas próximas al lugar donde se comete la infracción, pero también de los propios asalariados contratados irregularmente en el momento en que el empresario decide despedirlos, situación esta última que hace más difícil la comprobación de los hechos.

Pero a la cifra anterior hay que sumar 903 casos más descubiertos dentro de las visitas programadas por los inspectores, lo que supone un incremento del 18% respecto al mismo periodo de 2008.

El único capítulo relacionado con la economía sumergida en el que se aprecia un descenso en el volumen de expedientes abiertos es en el relativo a los casos de extrajeros que trabajan sin contar con permiso, que ha pasado de los 458 casos de los diez primeros meses de 2008 a los 309 del mismo periodo de este año. Este hecho, sin embargo, se explica porque el colectivo de rumanos y búlgaros ya son ciudadanos de la Unión Europea con plenos derechos, lo que significa que ya no se precisa el citado permiso para su incorporación a las plantillas españolas.

También ha crecido apreciablemente el número de informes que la Inspección debe realizar sobre expedientes de regulación de empleo (ERE), que han pasado de los 29 de los seis primeros meses de 2008 a los 76 del primer semestre del presente ejercicio.