El Grupo Barceló ha adquirido el hotel más emblemático de Balears y uno de los más loados del mundo, el Formentor. La empresa mallorquina desembolsa 36 millones de euros en un acuerdo que incluye las dos terceras partes de la península (1.200 hectáreas) que le da nombre.

La compra más relevante en décadas se ha acelerado en las últimas semanas, pero comenzó a cuajar mucho antes, según han reconocido fuentes próximas a la presidencia del grupo. La posibilidad de incorporar el hotel Formentor a su cartera de alojamientos se remonta al año 2000, cuando este rotativo publicó que una inmobiliaria de Pollença había sacado a la venta la propiedad más preciada del archipiélago por 22.660 millones de pesetas. Desde entonces, la compañía de Simón Pedro Barceló y Simón Barceló Tous ha meditado la decisión hasta su cristalización definitiva hecha pública ayer.

La cadena hotelera asume el 63% de la entidad propietaria, Inmobiliaria Formentor S.A, hasta ahora en manos de Miguel Francisco Buadas. Los nuevos dueños afirman que la operación no responde a criterios financieros sino a motivos "personales"y "sentimentales". "Si hubiéramos pensado en la rentabilidad habríamos invertido en un hotel del Caribe", indicó el director de comunicación del grupo, Álvaro Pacheco. Barceló celebra este año su 75 aniversario.

Además, se han comprometido a mantener intacta la fisonomía del predio más valioso de la isla. Álvaro Pacheco señala que las actuaciones serán "mínimas" y dirigidas a "rehabilitar" el interior de algunas estancias. "Nuestra idea es conservacionista. Nos encontramos ante una joya", apunta en consonancia con el discurso que ha mantenido Simón Pedro Barceló en numerosos foros, donde se ha expresado contrario al desarrollismo urbanístico.

Negociaciones por el 100%

El Grupo Barceló, que en principio da por buena la copropiedad, abre las puertas a la negociación con los pequeños accionistas para adquirir el cien por cien del capital social. Un intento que no resultará sencillo habida cuenta de las discrepancias que mantienen Miguel Francisco Buadas y su cuñada, Joana Rotger Pons, viuda de Tomeu Buadas. Las divergencias han propiciado la intervención de los abogados.

El abanico de pequeños propietarios lo completan la Fundación Rotger Villalonga, con cerca del 12%, y las familias Stampa y Ochogavia. En un principio, para que la Fundación pueda proceder a la venta de sus participaciones debería contar con el visto bueno del Protectorado, organismo dependiente de la conselleria de Educación del Govern autonómico. El valor total del predio y el hotel podría rondar los 60 millones de euros.

El establecimiento dispone de 127 habitaciones y abrió sus puertas en 1929, de la mano de su creador Adam Diehl. Junto a Galatzó y Albarca, las 1.200 hectáreas convierten a Formentor en una de las mayores fincas de Balears, con el valor añadido de su representatividad y su conservación paisajística.