Cerca de 8.500 personas optarán este año a la tarjeta básica del Govern para pensionistas y discapacitados con pocos recursos, que incrementará su cuantía en un 16,47 por ciento, de 180 a 210 euros, y se podrá recoger en todas las oficinas de La Caixa gracias a un convenio firmado ayer con esta entidad bancaria. La liquidación de esta ayuda se realizará en agosto, con varios meses de retraso.

La consellera de Presidencia, Rosa Puig, rubricó dicho acuerdo con el delegado de La Caixa en Balears, Josep Francesc Conrado, según el cual se establece el incremento de la cuantía de la tarjeta, destinada a la compra de productos de primera necesidad, y se mejorará su distribución.

Puig señaló que en 2002 y 2003 fueron 7.764 los beneficiarios de esta ayuda, ambos años con un importe de 180 euros, cantidad que no varió a pesar del incremento del IPC, y resaltó especialmente que este año se pretenden alcanzar los 8.500 beneficiarios.

Las personas que optan a la tarjeta básica, gestionada por la dirección general de Servicios Sociales de la Conselleria, son todas aquellas que reciben los ingresos más bajos, como los perceptores de pensiones no contributivas, fondos de asistencia social y ley de integración de los minusválidos.

Asimismo, la pueden recibir todas aquellas personas mayores de 65 años o con un grado de minusvalía del 65 por ciento o superior, siempre que tengan ingresos inferiores a los 3.900 euros anuales.

Puig se mostró muy satisfecha de la mejora del servicio en esta convocatoria, ya que aumenta la ayuda, se incrementa el número de beneficiarios y la prestación es mucho más accesible para aquellas personas con problemas para desplazarse fuera de su residencia.

En este sentido, la entrega de la tarjeta básica para este año se ha retrasado hasta el próximo mes con el fin de mejorar dichas prestaciones, dado que la convocatoria se tuvo que sacar a concurso y, aclaró, fue La Caixa la que ofreció las mejores ventajas para los beneficiarios de la misma. A finales de junio, beneficiarios de esta tarjeta y cuidadores de personas mayores que participan en el programa Ca Vostra expresaron su indignación por el retraso en el cobro de las ayudas del Govern.