La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
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La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
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B. Ramon
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La celebración del Corpus Christi en la Catedral de Mallorca
B. Ramon
La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.
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B. Ramon
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La celebración del Corpus Christi contó ayer con la presencia del nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, quien ante una Catedral llena agradeció al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, su invitación a «la ciudad de La Palma». Al margen de este lapsus, esta fiesta recuperó ayer la normalidad, tras dos años en que el confinamiento y las restricciones impidieron realizar la tradicional procesión tras la eucaristía en la Seu. Pese a lo caluroso del día, el templo se llenó de feligreses que después desfilaron tras la Lledània y la Custòdia, además de otras insignias religiosas.