ENERGÍA

Endesa tendrá que pagar 530 M por un arbitraje y revisará el dividendo

La eléctrica garantiza la retribución al accionista para este año pero modificará la política de dividendos hasta 2026

La compañía consigue rebajar la indemnización desde los 1.200 millones que le exigían en un pleito sobre gas natural licuado y tiene otro laudo abierto por otros 500 millones

Logo de Endesa

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David Page

Golpe millonario a Endesa por un pleito internacional. La eléctrica española deberá pagar una indemnización de unos 570 millones de dólares (unos 530 millones de euros) a un suministrador de gas natural licuado (GNL) tras la aprobación de un laudo arbitral dictado por la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) por la revisión del precio de un contrato de aprovisionamiento a largo plazo de gas con carácter retraoctivo.

Endesa reconoce en una comunicación remitida a la CNMV que la resolución del arbitraje tendrá un “impacto contable en los resultados antes de impuestos de las cuentas consolidadas por el mismo importe" de 530 millones de euros. Y tras el golpe en las cuentas la compañía se dispone a revisar el dividendo de los próximos años en el marco de la actualización de su plan estratégico hasta 2026, que desvelará esta misma semana.

Endesa celebrará este miércoles un consejo de administración en el que se propondrá la modificación de su vigente política de dividendos para el año 2023-2026. El grupo, controlado por la energética italiana Enel, garantiza que los efectos del laudo no tendrán consecuencias en el importe del dividendo previsto a abonar a sus accionistas para 2023, pero se da por hecho que sí se revisará la de los próximos ejercicios.

Para este año el grupo tiene previsto un dividendo para sus accionistas de 1 euro por acción, mientras que para 2024 ascendía a 1,2 euros y para 2025 se situaba en los 1,4 euros, según la senda retributiva aprobada en su última actualización del plan estratégico. Los planes de Endesa pasaba por mantener la política de dividendos y seguir repartiendo un 70% del beneficio ordinario neto alcanzado cada año, con un reparto de casi 5.400 millones de euros con cargo a las cuentas de entre 2022 y 2025.

Antes de la resolución del arbitraje, la energética daba por hecho que cumpliría sus objetivos financieros para el conjunto de este año, que pasan por un resultado bruto de explotación (ebitda) de entre 4.400 y 4.700 millones y un beneficio neto ordinario de entre 1.400 y 1.500 millones de euros, abonando un dividendo por acción en el entorno de 1 euro por título.

Indemnización rebajada

Endesa ya informó de la existencia de este arbitraje contra ella en sus anteriores estados financieros. De hecho, el grupo mantenía abiertas dos importantes reclamaciones por las compras de gas a suministradores internacionales y la revisión de sus precios. La primera de ellas, que corresponde al fallo conocido este lunes, ascendía a unos 1.270 millones de dólares (unos 1.163 millones de euros), así que la eléctrica ha conseguido rebajar sustancialmente la posible indemnización con el arbitraje. En el segundo de los pleitos la compañía se expone a una reclamación de 557 millones de dólares (unos 510 millones de euros).

En el caso del primero de los arbitrajes, Endesa ya estimaba que la conclusión pudiera tener lugar en este tercer trimestre del año, aunque consideraba que la demanda era "infundada y extemporánea" y preveía que la probabilidad de que fuera estimada era "remota". Para el segundo de los arbitrajes, el de menor importe, el grupo energética esperaba que su conclusión no se produzca hasta el segundo semestre de 2024.

La litigiosidad por la revisión en los precios de los contratos de grandes suministros de gas natural, que suelen ser a largo plazo, se ha disparado en los últimos años debido a las revisiones al alza, bajo los precios que marca el mercado, de los suministradores. Y es que la volatilidad se apoderó del precio del gas natural tras el estallido de la guerra de Ucrania y se vivieron en 2022 unos precios récord nunca vistos -superando los 300 euros por megavatio hora (MWh)-, cuando además se venía de unos precios especialmente bajos durante la pandemia.