Horizontes

Ladat Studios: fusión de creatividad y tecnología

La spin-off de la UIB es la cuna mallorquina de profesionales del sector de la animación por ordenador y de videojuegos. La formación impartida se va adaptando a los cambios del mundo digital

De izq. a  dcha., Nuria Delgado (alumna), Sergio Camacho (director) y María Santos (profesora).

De izq. a dcha., Nuria Delgado (alumna), Sergio Camacho (director) y María Santos (profesora). / Manu Mielniezuk

Con sede en el Parc Bit desde 2009, Ladat se constituyó en 1988 como la unidad de tecnologías audiovisuales de la Universitat de les Illes Balears (UIB), siendo su cabeza visible y alma mater Juan Montes de Oca. Sólo un año después de su puesta de largo, ofertó el máster MA ISCA, que se erigió en su principal activo durante muchos años; de hecho, se llevó a cabo hasta 2014.

En 2015, se constituyó oficialmente el ciclo formativo de grado superior de Formación Profesional, con la titulación específica de técnico superior en Animación 3D, videojuegos y entornos interactivos. “Podemos decir que en el ciclo se imparte el mismo contenido que en su día se daba en el máster, pero con el añadido de los videojuegos”, resume Sergio Camacho, director de Ladat Studios y profesor de multimedia, diseño gráfico y animación 3D en el propio ciclo.

“Ladat Studios -prosigue Camacho- tiene dos grandes ramas. Por una parte, funciona como spin- off de la universidad para poder ofertar esa formación y esa titulación. Por otra, desarrolla cualquier proyecto audiovisual, centrado sobre todo en animación 3D y videojuegos. Aparte, como empresa, hacemos otros trabajos, como por ejemplo la serie educativa (posteriormente, largometraje) sobre la figura de Ramon Llull. Siempre tenemos proyectos que acometer. En breve, por ejemplo, vamos a llevar a cabo también un proyecto de realidad aumentada y de visitas virtuales”.

El ciclo de Formación Profesional

El ciclo de Formación Profesional se compone de dos cursos, para un máximo de 20 alumnos en cada uno de ellos. Más allá de los requisitos académicos (equivalentes a cualquier otro ciclo de FP), según María Santos, profesora de realización de proyectos interactivos multimedia y desarrollo de entornos interactivos multidispositivo, es importante que el alumnado “tenga una mentalidad abierta, porque es cierto que vienen muchos alumnos y alumnas con un prisma muy artístico, y cuando ven las asignaturas más técnicas se sorprenden un poco”.

Una consideración importante, según Camacho y Santos, consiste en tener claro que hay una gran diferencia entre jugar a videojuegos o elaborarlos. “Más de una vez he escuchado comentarios del estilo: ‘A mí hijo le encanta jugar a videojuegos y por eso lo he matriculado aquí’”, afirma Camacho. Y Santos abunda en la materia: “Es muy distinto que te guste jugar a videojuegos que hacerlos. No tiene nada que ver. Para estudiar el ciclo y sacarle provecho, hay que tener ganas de crear cosas, ya sea más artístico o más técnico. Lo importante es crear y hacer”.

“Es un ciclo muy presencial. Por las propias características de la formación que llevamos a cabo. Así se permite al profesorado una enseñanza mucho más personalizada”, enfatiza Camacho. Y Santos corrobora esa apreciación: “El hecho de que haya sólo 20 plazas por curso nos permite adaptarnos mucho a las necesidades de cada alumno. Es importante trabajar, ser constantes e ir avanzando; todo es muy constructivo y, por tanto, también progresivo desde una base firme”.

En cualquier caso, un buen dominio del inglés es poco menos que imprescindible para cursar el ciclo. “Así es; en nuestro sector, todo está en inglés. De hecho, las asignaturas se imparten en inglés, así como las presentaciones de los proyectos finales. Sin inglés, no vas a ningún lado. La comunicación es un soft skill más que necesaria”, confirman ambos.

¿Qué aprende el alumnado a lo largo de los dos años de formación? Camacho responde a la pregunta en los siguientes términos: “En relación con la animación de videojuegos o la producción audiovisual, aprenden todo desde cero, también en la parte artística: es decir, aprenden a diseñar, modelar en 3D, texturizar (es decir, dar color), iluminar, animar y renderizar, entre otras operaciones”.

“Yo diría -tercia Santos- que aprenden a resolver problemas (al final, la programación equivale a resolución de los mismos), a pensar (tienen ante sí una caja de herramientas y hay que pensar bien cómo usarlas) y a desarrollar un videojuego básico (con controlador, colisiones, interacciones...). Un problema habitual con el que se encuentra el alumnado es el seguimiento de una cámara. ¿Cómo sigue una cámara? Está la posición del jugador y cierta distancia respecto al eje de profundidad. Cabe plantear y determinar el funcionamiento de la cámara para que haga lo que yo quiera. En este sentido, la abstracción es vital”.

A lo largo del ciclo, el componente práctico es clarísimo e indiscutible. Un botón de muestra es que no hay exámenes teóricos. Pero además de ese componente en las propias clases, existen las prácticas obligatorias en empresas. Son 400 horas dentro del horario de estudios y no son remuneradas. “Esas prácticas tienen como objetivo principal hacer que nuestro alumnado se introduzca en el mundillo empresarial y lo conozca desde dentro. Porque es muy distinta la teoría a ver cómo en realidad se desarrolla el día a día de tu trabajo”, indica Camacho.

A propósito de las salidas profesionales del alumnado, la reflexión del director de Ladat Studios es la siguiente: “La apuesta de la FP fue precisamente para ampliar el sector y darle dinamismo. Antes no podíamos hacer videojuegos, que es una parte que está muy en boga. La animación se sigue haciendo igual, pero en Mallorca no. Si uno quiere trabajar en animación, tendrá que al extranjero. Tenemos muchos exalumnos (sobre todo del Máster) trabajando por toda Europa y en Estados Unidos (en Disney) y Canadá, donde está la sede de Sony”.

En todo caso, advierte que la incorporación más o menos inmediata y más o menos gratificante “dependerá en buena medida de la habilidad de cada uno y de sus ganas de continuar adelante. Hay alumnos que paran en seco y eso no es recomendable. El título que obtienen aquí les permite acceder a universidades y seguir formándose”.

A ello, Santos añade: “Hay un montón de máster especializados en determinadas materias: desarrollo de personajes, desarrollo de entornos…También se da el caso de alumnos que se quedan en las empresas en las que han desarrollado las prácticas del último trimestre de segundo curso. Ahora también está muy en auge el trabajo remoto, de modo que incluso hay empresas que no tienen sede física”.

¿Y la remuneración? ¿Están los profesionales del mundillo del 3D y de los videojuegos bien pagados? “Depende de dónde caigas -empieza respondiendo Santos-. Por suerte o por desgracia, hay mucha competencia y mucha gente que quiere sacar su videojuego y triunfar con él. Entonces, el hecho de hacer un videojuego es una inversión, que puede ir de un año y medio a tres años y luego ver si tiene aceptación o no”.

“Hay empresas que pagan bien o muy bien, y otras que no tanto, del mismo modo que ocurre en todos los sectores. En todo caso, los profesionales de nuestro sector tienen que saber de antemano que a menudo van a tener que hacer horas extras, porque raro será el día en que no se presente un problema que solucionar. Además, si están en una empresa de renombre, tendrán que relacionarte con muchas personas, con muchos equipos distintos”, confiesa Camacho.

“Pretendo emocionar con mi trabajo”

Con 20 años, Nuria Delgado es alumna del segundo curso del ciclo. Refiere que “iba a cursar Criminología, pero lo acabé descartando. Amigos que conocían Ladat Studios me hablaron de lo que se hacía aquí; además se daba la circunstancia de que uno de los profesores que tuve en Bachillerato había cursado el máster MA ISCA. Al final, visité el centro y me gustó todo lo que vi. En definitiva, todo conectó y aquí estoy”. Respecto al nivel de dificultad de los estudios, aclara que “depende de lo que te propongas hacer. La exigencia es de uno mismo”.

Por otra parte, Delgado asegura que “yo venía con una idea más enfocada a hacer animación 2D en películas que a otra cosa, pero ya en primero vi que me gustaban más cosas, por ejemplo el montaje, conceptos de arte para videojuegos o diseño de personajes para los propios videojuegos. No tocaría para nada programación, que me cuesta mucho esfuerzo. ¿El futuro? Me veo viajando al extranjero. No me importaría nada irme fuera si eso significa desarrollar lo que sé. Con mi trabajo, quiero poner los pelos de punta los espectadores, pretendo emocionar”.  

Para ello, tiene referentes en la casa. A lo largo de la historia del máster, se obtuvieron cuatro nominaciones a los Goya . Además, los exalumnos Daniel Martín Peixe y Pep Lluís Lladó fueron reconocidos con los Óscar. Martín Peixe lo obtuvo por Frozen y Big Hero 6 (mejor película de animación) y Lladó por Gravity (mejores efectos especiales) y Spider Man (mejor film de animación). 

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