Eduardo Soriano, Presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca: «La Cámara es una corporación solvente: nuestro objetivo es no perder esa solidez»

Eduardo Soriano, Presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca | Palmesano nacido en 1948 y con formación económica, trabajó dos largas décadas en empresas de la Corporación Industrial de Banesto. Desde hace 40 años, forma parte de consejos de Administración de empresas de distintos sectores. Es presidente de varias compañías y, desde 2018, preside también ISBA.

Eduardo Soriano, de amplia trayectoria empresarial, está al frente de la Cámara desde 2022

Eduardo Soriano, de amplia trayectoria empresarial, está al frente de la Cámara desde 2022 / Guillem Bosch

¿Cuál es, hoy en día, la principal función de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Mallorca?

La Cámara es una entidad que defiende los intereses del conjunto de las empresas de Mallorca y de Baleares sin distinción (si somos mallorquines, somos baleares) y promueve su competitividad: desde el impulso al emprendimiento hasta el apoyo en la internacionalización. Además, colabora en el desarrollo de programas formativos para favorecer el empleo de los jóvenes, la digitalización o el arbitraje y mediación de empresas. Por último, impulsa el diálogo institucional, a través de comisiones consultivas internas para el intercambio y traslado de inquietudes, necesidades y problemáticas empresariales a las administraciones competentes en la materia: Govern, Consell y ayuntamientos.

¿La Cámara de Comercio de Mallorca es una entidad autónoma?

Es un ente público-privado tutelado por el Govern, en concreto por la Conselleria de Empresa, Empleo y Energía, en l a persona de directora general de Trabajo y Salud Laboral, Catalina Cabrer, que asiste de forma regular a nuestros plenos. No obstante, esa tutela no nos resta independiencia como entidad en ningún caso. Esa independencia es fundamental: tenemos lealtad institucional, pero sobre todo defendemos en nuestras actuaciones todo aquello que creemos aporta valor a nuestro tejido empresarial.

¿De qué manera cambió el panorama la Ley de Cámaras de 2014?

En 2010, a partir de la publicación de un Real Decreto, entre otras medidas, el pago de la cuota cameral pasó de ser obligatorio para las empresas a tener un carácter volutnario. Como quiera que a través del voluntarismo no se apunta nadie, las Cámaras tuvimos un panorama muy complicado. Pasamos de atender a personas, empresas y entidades que nos solicitaban ayudas de forma masiva a tener que ajustar nuestro funcionamiento eficientemente y a generar recursos propios para seguir adelante. La etapa de indefinición iniciada por este Real Decreto fue parcialmente solventada con la Ley de 2014, en la que se introdujeron una serie de reformas para que las Cámaras pudieran actuar como entidades colaboradoras de la Administración Pública, además de prestar servicios a las empresas. Todo ello implicó una reinvención del modeloy un cambio en la cultura corporativa, lo cual ha contribuido también a a aproximarnos más a la sociedad y al tejido empresarial.

¿Cómo ha evolucionado el presupuesto de la Cámara en los últimos años?

Desde el ejericio 2018 hemos ido reduciendo nuestro déficit. Estamos trabajando insistentemente para lograr el equilibrio patrimonial de nuestro presupuesto y creemos que este año conseguiremos nuestro objetivo.

¿Qué demandan en mayor medida las empresas a la Cámara?

Las empresas quieren poder trabajar en entornos seguros, con reglas claras del mercado, por lo que solicitan un ecosistema favorable, que no les suponga trabas administrativas innecesarias ni inseguridad jurídica,ni cambios legislativos que les puedan perjudicar o generar incertidumbre en sus inversiones, y con cargas impositivas ajustadas a la realidad económica, que no lastren su competitividad. Y, concretamente en Baleares, que se tengan en cuenta los inconvenientes de la insularidad y el encarecimiento de la producción y de las materias primas.

Históricamente, uno de los problemas con los que tropiezan las empresas es la insularidad...

El problema de la insularidad es evidente. Para compensar los costes de transporte, tenemos una cantidad máxima de 200.000 euros trianuales por empresa, que es a lo que nos limita la Ley de Minimis. Esto es muy insuficiente y supone una gran limitación para unas 25 empresas de Mallorca que requirirían mucha más ayuda en este capítulo, y, sin embargo, tienen un límite de 70.000 euros-año, que en algunos casos no llega a cubrir el 10% del coste real anual por este concepto. Esta limitación, sin duda, resta competitividad a nuestras empresas. Si comparamos Baleares y Canarias, ésta última está considerada región ultraperiférica, por la distancia con la península; en cambio, Baleares se considera región periférica. Por ello, los canarios disponen de un Régimen Especial y nosotros, al estar más cerca, no lo tenemos. Además, esta proximidad provoca a su vez que sea más fácil un aumento de la competencia hacia las empresas locales, con productos que llegan de la península con absoluta facilidad y a costes difíciles de superar. Es cierto que hay un REB aprobado en la legislatura anterior, pero aún está en una fase inicial, elaborándose los reglamentos. No obstante, creo que ayudará a paliar en cierto modo la situación que padecemos en este terreno.

Esa insularidad afecta mayormente y de un modo muy importante al sector primaria y secundario...

Estamos luchando en este frente, porque el sector productivo viene sufirendo muchas dificultades en las últimas décadas. Es absolutamente obvio que gran parte de las empresas industriales y del sector productivo de las Islas han desaparecido; por ejemplo, los sectores del calzado, la piel o la bisutería. Lo mismo ocurre con el sector primario, que se encuentra con muchas dificultades para mantenerse a flote y poder seguir adelante. Si tomamos como ejemplo el sector ganadero, observamos que el proceso de engordar un cerdo en Cataluña tiene un coste mucho menor que hacerlo en Mallorca, debido a la variedad de la alimentación. Además de la alimentación, la diferencia que hay en el coste del sacrificio del animal entre Cataluña y Mallorca es tan grande que, con esa diferencia, los empresarios catalanes pueden costear el sacrificio, el transporte y la puesta en destino del animal, y aun así les queda margen. Esto no ocurre así en Mallorca. La diferencia es abismal y, por ello, hemos generado una dependencia con los productos que vienen del exterior en un 90%. Otro claro ejemplo es el sector lácteo. Es una pena la situación en la que se encuentran el sector productivo y el sector primario; tendríamos que ser capaces de reconducirlo.

«Las empresas quieren trabajar en entornos seguros, con reglas claras del mercado y seguridad jurídica»

En cambio, el turismo bate récords.

Efectivamente, tenemos un sector turístico que funciona de maravilla: Mallorca y Baleares como destino vacacional están consolidadas, no hace falta mucha más promoción, sino mejorar sus procesos operativos para hacerlos más sostenibles y circulares. No obstante, creo que los distintos gobiernos autonómicos se han focalizado mucho en el sector turístico y no han prestado igual atención al sector productivo. Es importante recordar que la demanda de consumo que crea Mallorca se satisface en un 85% o 90% del exterior. Aún no es tarde para revertir la situación, pero nos tenemos que poner a ello ya mismo, hay mucho trabajo que hacer y falta voluntad política y empresarial para llevarlo a cabo. Cuánto más tiempo transcurra, más difícil será arreglarlo. Hace pocos días hablé con Antoni Riera, director de Fundación Impulsa, y convergíamos en la idea de fomentar la circularidad en la economía: crear un ecosistema en torno al sector turístico que nos permitiera aprovechar todos los recursos generados por el sector primario y el sector productivo.

¿Qué servicios han ido incorporando en los últimos años?

La Cámara posee un equipo de profesionales para dar apoyo a empresas y emprendedores. Contamos con la Oficina Acelera Pyme, que, en colaboración con Red.es y la Cámara de Comercio de España, ofrece apoyo tecnológico a las empresas en su proceso de transformación digital, así como la promoción de las ayudas de Kit Digital, que permiten facilitar recursos para modernizar y aportar soluciones digitales a las pymes de Mallorca. Por otra parte, recientemente hemos impulsado la Oficina de Innovación, para tratar de aplicar soluciones innovadoras de forma sencilla en nuestras pymes y hacerlas más competitivas. Asimismo, como miembros del DIHBAI-TUR Digital Innovation Hub Mallorca, realizamos jornadas de interés para las pymes de Baleares en sus procesos de transformación digital, con contenido de información de relevancia y convocatoria de ayudas, entre otras cuestiones.

«Los ‘governs’ se han focalizado en el sector turístico y no han prestado igual atención al sector productivo»

¿Qué opina sobre la propuesta de reducción de jornada laboral?

El problema de fondo es que hay personas que, en la actualidad en España, ganan lo mismo trabajando que sin trabajar. Eso deriva en una situación insostenible, que más pronto o más tarde deberá terminar. La reducción de la jornada laboral no me parece que sea una buena medida a priori. Conceder mejoras económicas a costa de un tercero no es sostenible ni ético; considero más necesario centrarnos en la productividad. Por el contrario, sí me consta la gran dificultad que tienen las empresas para ser competitivas, y medidas como ésta provocan que muchos empresarios cesen en sus proyectos, es comprensible.

¿La Cámara de Comercio debe gestionarse como una empresa?

No sé hacerlo de otra manera. Como anécdota, un día tuve una discrepancia con un director general de una Conselleria acerca de cómo gestionar los presupuestos. Mientras desde la Conselleria se dispone de un presupuesto y el objetivo es gastarlo, desde la Cámara tenemos que ahorrar para seguir adelante. La diferencia es muy clara. La Cámara es una entidad sin ánimo de lucro, y me gustaría que tuviera un superávit que nos permitiera ayudar al mundo empresarial a través de iniciativas y acciones. Ante los comentarios que dicen que las Cámaras están en situación de déficit, diré que nuestra economía es bastante sólida. La Cámara es una corporación solvente y de confianza, y nuestro objetivo es mantener esa solidez.

¿Como le gustaría que fuera recordado su mandato ?

Como alguien que trabajó en todo momento para el tejido empresarial de la isla, responsabilidad propia del cargo. Cada cual es responsables de sus actos, y yo procuro hacerlo siempre lo mejor posible , teniendo en cuenta que vivimos tiempos muy cambiantes.

La formación, eje estratético de la Cámara

Eduardo Soriano expone con claridad : “La formación es uno de los ejes estratégicos de la Cámara”. Y sustenta esa afirmación argumentando que “disponer de personal cualificado y que, además, responda a las necesidades reales del mercado laboral es una cuestión clave en cualquier economía. Además de, obviamente, un reto”.  

En esta línea, el presidente de la Cámara refiere que la entidad está trabajando en la actualidad con dos programas: el Programa Integral de Capacitación y Empleo (PICE) y la Formación Profesional Dual Intensiva. 

En el caso del PICE, se trata de favorecer la capacitación y empleabilidad de los jóvenes inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil, atendiendo a las necesidades de contratación y a la oferta y recursos en los diferentes territorios de Mallorca. ¿Cómo? A través de ayudas a la contratación por parte de empresas del alumnado formado o la organización de la Feria PICE, entre otras iniciativas. 

En lo referido a la Formación Profesional Dual Intensiva, se pretende ponerla en valor como opción óptima para la formación de trabajadores, así como para la formación pionera de futuros empresarios; también para impulsar la participación de empresas y alumnado en coordinación con la Administración educativa y los distintos agentes sociales. 

Además de estos dos programas de formación, la Cámara organiza talleres presenciales y online, sobre digitalización, internacionalización o innovación.

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