COMUNIC-ARTE

Si empezamos esta reflexión teniendo en cuenta la definición de ARTE… y simplemente recurrimos a la Wikipedia, esta nos indica que el arte es la manifestación o expresión de cualquier actividad creativa y estética por parte de los seres humanos y tenemos en cuenta que en esta manifestación se plasman, emociones, sentimientos, la percepción de cada uno de la realidad, de su realidad. Si hablamos de comunicar, o en este caso añadimos el pronombre reflexivo, COMUNICARSE, cobra peso la definición de arte, ya que son pocas las veces que uno se puede comunicar y no impregnar su mensaje de la percepción subjetiva de los hechos. Por eso llegar a establecer un buen proceso de comunicación o poder comunicarse de forma eficiente lo considero hoy en día, tanto a nivel organización o a nivel personal todo un ARTE.

Y si la comunicación es todo un arte, que nos entiendan mucho más.. Hay una frase muy famosa que a mí me encanta exponer y dice: “entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender, lo que entiendes, existen 9 posibilidades de no entenderse”. Y es que comunicarse mal o no entenderse nos lleva habitualmente a discusiones, conflictos o peleas innecesarias, baja autoestima al tomarnos muchas veces los hechos como algo personal, mal ambiente o incluso críticas. Por eso bien merece la pena incorporar unas claves para mejorar, si cabe, nuestra comunicación, porque si hay algo claro en todo este tema de las relaciones es que todas las personas estamos comunicando constantemente y es que ya decía Paul Watzlawick “no se puede no comunicar”.

Para poder comunicar de forma efectiva existen miles de métodos y teorías que podría citar.. una de las que me gusta tener en cuenta es el método de las 7 C de Scott Cutlip y Allen Center donde estos dos investigadores establecen que la comunicación deber ser:

  • Clara
  • Concisa
  • Concreta
  • Correcta
  • Coherente
  • Completa
  • Cortés

A nivel operativo intento tener en cuenta este método para no mantener reuniones demasiados extensas, para llevar mis ideas estructuradas, para no embarullar la conversación, para que , en definitiva la conversación sea fácil y resulte cómoda para ambas partes.

Pero cómo a veces, y de forma habitual, entramos en debates y discusiones que no nos llevan a nada, conversaciones asépticas que no aportan ni al entorno ni a mí misma suelo tener en cuenta esta gran pregunta ¿Que queremos conseguir con esa conversación? ¿Qué objetivo quiero conseguir con lo que estoy diciendo? Para que, te preguntarás esto…

  • Cuando me contesto a esto tomo la decisión de seguir o no seguir en ella, si el objetivo es simplemente tener razón, es una conversación que no me lleva a nada, que probablemente incluso si las personas que forman parte de ella, también quieren tener razón, tenga grandes posibilidades de acabar mal.
  • Si el objetivo es otro, cuando se realmente el objetivo que tiene la conversación, y puede ser ayudar, entender un proceso, ponernos de acuerdo, establecer vínculos, exponer posiciones.

Quizás si ya mi conversación está en un punto álgido y nos cuesta bajarnos del caballo, entonces lo que debo hacer es:

  • Parar…mientras hablo no pienso, parar me ayuda a pensar para poder avanzar.
  • Respirar…tu mente y tu cuerpo van de la mano, si paro mi cuerpo, calmo mi mente, me relajo, y puedo pensar para seguir avanzando.
  • Pensar… en cual de todos es tu objetivo, ¿Qué quiero conseguir más allá de que me den la razón?
  • Ahora habla… una vez tengas claro tu objetivo toma la decisión de seguir o no en la conversación, pero con tus ideas estructuradas, sabiendo que tu único fin no es tener razón.

Recordando siempre que el resultado de la comunicación es que el mensaje que tu quieres transmitir, sea cual sea el medio, escrito, hablado, por gestos… nos lleven a una mejor comprensión y entendimiento por parte del resto.