Energía

Las eléctricas abren una guerra de ofertas por el boom del autoconsumo

Endesa y Naturgy plantan cara a Iberdrola y Repsol y se lanzan a captar clientes con ‘baterías virtuales’ que ofrecen ahorros superiores a la compensación de los excedentes fijados por ley

Instalación de autoconsumo fotovoltaico.

Instalación de autoconsumo fotovoltaico. / SOLAR360

David Page

Las grandes eléctricas entran de lleno en una batalla de ofertas comerciales para captar clientes en pleno boom del autoconsumo. Endesa y Naturgy siguen a otros grandes grupos como Iberdrola y Repsol y ofrecen a hogares y empresas nuevas tarifas con ‘baterías virtuales’, que permiten a los consumidores guardar las compensaciones que reciben por la electricidad que no consumen y vierten a la red para ahorrar en futuras facturas o incluso en los recibos de luz de segundas residencias.

Además de producir electricidad para cubrir parte del consumo de la vivienda o de la empresa en que se colocan los panes solares, estas instalaciones también pueden inyectar parte de su producción a la red eléctrica y ser compensados por ello rebajando el precio de la electricidad consumida de la red. La regulación de esta compensación de excedentes más habitual sólo permite reducir la factura del cliente por el mismo importe que la casa o la empresa ha consumido ese mes, impidiendo recibir ingresos extra.

Las ‘baterías virtuales’ que ofrecen las compañías eléctricas a los clientes con autoconsumo sortean esos límites y permiten guardar en una suerte de hucha las compensaciones superiores a las fijadas por ley, utilizando ese saldo en futuras facturas aplicando descuentos diferidos. Endesa ha sido la última de las grandes eléctricas en lanzarse a este tipo de ofertas para seguir sumando clientes de autoconsumo en plena expansión del negocio con una tarifa específica recién estrenada y que se puede suscribir sin ningún coste extra.

Naturgy inició el mes pasado su desembarco en el negocio de las ‘baterías virtuales’ y lo hizo innovando en relación a las tarifas que se ofrecen en el mercado español hasta ahora. El grupo permite a los clientes con instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo acumular el importe de los excedentes energéticos no compensados como saldo para aplicar descuentos no sólo en los recibos de luz, sino también las facturas de gas.

Endesa y Naturgy se suman a otras grandes eléctricas como Iberdrola o Repsol que entrar en los últimos Los grandes grupos llegan a este nicho en pleno boom del autoconsumo, y después de que ya fueran muchas las comercializadoras independientes que se habían lanzado en los últimos años de manera anticipada a entrar en este segmento (como Holaluz, Próxima Energía, Alterna Solar o más reciente Factorenergía).

Expansión del autoconsumo

España se ha embarcado en una expansión histórica del autoconsumo eléctrico. El boom del sector hizo que el año pasado se instalara en el mercado español casi tanto autoconsumo fotovoltaico como en toda la historia anterior. En un 2022 de récord la presencia del autoconsumo se duplicó tanto en número de instalaciones como en potencia acumulada, con una expansión desbocada tanto en viviendas como en empresas impulsada por los altísimos precios de la electricidad y por las subvenciones repartidas con cargo a los fondos europeos.

Las empresas de renovables pusieron en marcha durante el año pasado instalaciones en todo el país con una potencia total de 2.649 megavatios (MW) para autoconsumo eléctrico, con 1.625 MW en el ámbito industrial y otros 1.024 MW en el segmento doméstico, según los datos recogidos en I Informe Anual del Autoconsumo Fotovoltaico elaborado por la patronal APPA Renovables. El boom del sector permitió que el autoconsumo doblara su potencia acumulada en el mercado español, hasta los 5.211 MW,

El crecimiento desbordado ha hecho que en España ya haya más de 298.000 viviendas y 54.000 empresas con placas solares y que producen todo o parte de la electricidad que consumen para abaratar su factura de luz en plena crisis. Tras el acelerón de 2022, el sector de las renovables reconoce que este año el despliegue de nuevas instalaciones ha empezado a ralentizarse por la moderación de los precios de la electricidad y por el parón de las ayudas públicas a la espera de la aprobación de nuevas inyecciones de fondos europeos.